Texto Bíblico:
Josué 24:14-26 “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. 15Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 16Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses;”
Introducción:
Josué era el siervo de Moisés durante los años que estuvieron en el desierto y después que muere Moisés toma su lugar, ahora a Él le toca repartir la tierra, pero Dios le promete que estaría con él, y debe seguir poniendo en práctica los estatutos de Dios, la única recomendación es que debe de esforzarse y ser valiente.
Josué 1:7 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.”
El esfuerzo requiere dedicación, disciplina y valor. Ese esfuerzo tendría que aplicarlo en obedecer a Dios en todo lo que Él había escrito en sus estatutos, para que fuera prosperado en todas las cosas que él emprendería.
Así que cuando te enfrentes a una encomienda difícil, debes preguntarte:
¿Quién soy? ¿Qué hacer con todo esto que pasa?
Josué 24:15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
Hoy debes decidir a quién vas a servir, si a las tradiciones, tu trabajo o a Dios.
¿Estás sirviendo a Dios? ¿Estás ganando almas?
No debes vacilar, debes ser determinante en lo que la Biblia dice.
Romanos 6:16 “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”
¿De quién eres esclavo?
Si tú no le das importancia a Dios, no esperes que tus hijos lo hagan.
a) Pon el ejemplo, sigue tú a Cristo primero y deja que Dios convenza a los demás.
b) Motiva a tus hijos a vivir para Dios, nadie lo hará por ti, ni la escuela ni el gobierno.
Siempre habrá consecuencias por no seguir a Dios.
Josué 24 :15 “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
Mientras que el esfuerzo para obedecer, siempre te traerá bendición y hará prosperar su camino.
Josué 1:7 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.”
Si hay alguien que te ha dado mal ejemplo, si hay alguien que te hizo daño, y te cuesta mucho trabajo seguir adelante, recuerda que Dios te manda que te esfuerces por hacer Su voluntad.
Josué se esforzó, confío en Dios y obedeció, y Dios le dio la victoria frente a Jericó.
El pecado te alejará de Dios, por lo tanto, determina a obedecer y a decidir servir a Dios.
Josué 24:19-20 “Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados. 20Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien.”
Si dejas a Dios, Él se olvidará de ti, pero hoy es el día a quien decides servir.
Pedro decidió seguir a Jesucristo y servirlo.
Mateo 16:13-16 “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15El les dijo: Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? 16Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
Recuerda que hablan más tus acciones, que tus palabras.
Decídete a quién quieres servir.