Texto Bíblico:
2 Corintios 5:16-17 “De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Introducción:
¿Cómo era tu vida antes de recibir a Cristo como tu Salvador? Seguramente la forma de pensar y de actuar era diferente, sin embargo, si la vida de los cristianos no ha sido bendecida, es porque están viviendo una vida igual a la que vivían antes de recibir a Jesucristo en su corazón.
¿Su carácter, su hablar, y su corazón, es igual a la vida anterior, no ha habido cambio?
Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
1 Timoteo 6:17 “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.”
Principios de Dios, que si los cumplimos recibiremos bendición.
La vida cristiana debe de ser una vida diferente, ya que tenemos al Espíritu Santo que nos ayuda a vivir una vida agradable a Dios.
1.- Debemos ser fieles a la iglesia.
Hebreos 10:24-25 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Hebreos 10:29 “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”
Cuando te reúnes en la iglesia, el Espíritu Santo te ayuda a entender y a crecer, pero si FALTAS, es como si lo menospreciaras.
Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
2.- Debemos de ser fieles a la Palabra de Dios.
Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
Santiago 1:25 “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Santiago 1:25 “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”
Isaías 66:2 “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.“
Debemos de exaltar la Biblia, la Palabra de Dios.
3.- Debemos de ser fieles a la oración.
Lucas 18:1-8 “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”
La oración es una necesidad, y las luchas más fuertes siempre serán: leer la Biblia y orar.
El enemigo por vencer es nuestra naturaleza carnal por ello debemos negarnos a nuestra voluntad.
4.- Debes estar involucrado en servir a Dios.
a) Participe en la ganancia de almas.
b) Sirva a Dios con sus bienes.
2 Corintios 5:18-20 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”
Es un mandato el predicar el Evangelio, si se hace, habrá recompensa de parte de Dios.
Conclusión:
Si crees que no ha habido bendición en tu vida cristiana, debes considerar en qué estás fallando.
Quizá eres inconstante en la iglesia, no vas de manera puntual, probablemente eres solo oidor de la Palabra, pero no la pones en práctica, y como consecuencia, no estás siendo fiel con la oración, dando como resultado, el que no anhelas servir a Dios con tu vida.
Ponte a cuentas con Dios