Texto Bíblico:
1 Samuel 13:13-14 “Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 14Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.”
Introducción:
Dios se buscó un varón, (Rey David) que tenía ciertas características que a Él le agradaban y como consecuencia fue grandemente bendecido.
El corazón es el centro más importante de la vida del hombre. Y Dios manda que lo guardemos.
Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.”
Dios conoce nuestro corazón y Él sabe que nuestro corazón es perverso y engañoso, y tratara de engañarnos a nosotros mismos.
Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?”
A Dios no le importa tus características físicas, Él no se impresiona con eso, a Dios le impresiona lo que hay en tu corazón.
1 Samuel 16:7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
Un corazón perfecto no se hereda, la Palabra de Dios siempre transformará al corazón.
1 Reyes 15:3 “Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y no fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre.”
Por lo tanto, si queremos tener un corazón que a Dios le agrade, debemos considerar los siguientes puntos.
1.- Necesitamos ser humildes.
1 Samuel 17:28 “Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.”
2 Samuel 16:9-12 “Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 10Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? 11Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 12Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.”
1 Samuel 18:23 “Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?”
Dios siempre resistirá a los soberbios y los mirará de lejos por eso debemos conducirnos en humildad. Además la humildad nos ayuda a esperar y confiar en los planes de Dios, sin vivir desesperados.
2.- Debemos de tener un corazón libre de rencor y de envidia.
Siempre viviremos situaciones injustas, y Dios nos manda que no debemos de tomar venganza, sino que debemos esperar a que Él nos defienda.
1 Samuel 24:6-9 “Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová. 7Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino. 8También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces detrás de Saúl, diciendo: !!Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia. 9Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: Mira que David procura tu mal?”
3.- Debemos ser leales a Dios.
A su Palabra, a sus promesas, a sus mandatos y a nuestras autoridades, en este caso a nuestro pastor.
4.- Debemos reconocer que le hemos fallado a Dios, para poder restaurar la comunión perdida con Él.
Debemos mostrar arrepentimiento para odiar el pecado.
Salmos 51:1-4 “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.”
Nunca habrá gracia si hay pecado oculto.
5.- Debemos ser misericordiosos.
2 Samuel 9:3-6 “El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. 4Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar. 5Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. 6Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.”
Queremos bendiciones, pero no queremos doblegar nuestro orgullo.
Conclusión:
Dios sabe qué tipo de corazón tienes, y si hay orgullo, deslealtad, rencor o envidia.
Pide perdón a Dios y ponte a cuentas con Él.