Texto Bíblico:
Deuteronomio 20:1-8 “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto. 2Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, 3y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; 4porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros. 5Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: ¿Quién ha edificado casa nueva, y no la ha estrenado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la estrene. 6¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la disfrute. 7¿Y quién se ha desposado con mujer, y no la ha tomado? Vaya, y vuélvase a su casa, no sea que muera en la batalla, y algún otro la tome. 8Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.”
Introducción:
La Biblia relata las indicaciones que Dios le dio al ejército del pueblo de Israel, antes de enfrentarse a la batalla, estás instrucciones son precisas y determinan el grado de fe o de confianza que se le tiene a Dios.
¡No desmayes!
¡No temas!
¡No te sobresaltes!
¡No os desalientes!
De tal manera, que el cristiano tiene que enfrentar cualquier problema que se le presente.
Muchas veces Dios usa los problemas en la vida del cristiano, para fortalecer la dependencia a su Palabra y a sus promesas, Dios manda al cristiano que enfrente sus problemas, asegurándole que Él peleara sus batallas y que debe solo de confiar.
Dios no quiere que el cristiano se muestre medroso ante las situaciones de conflicto.
El significado de medroso es el que por temperamento propio, y por el convencimiento íntimo que tiene de su debilidad personal, tiene miedo de acometer empresas difíciles de arriesgar, en otras palabras es aquel que se muestra temeroso, habiendo sufrido los malos efectos de alguna acción arriesgada, y no quiere exponerse a otra y recela de todo.
Otro término similar es la palabra Pusilánime: Es la falta de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas .
De tal manera que cualquier cristiano medroso o pusilánime, puede contagiar su miedo a otros.
La única manera de que el cristiano pierda el temor y no huya de sus problemas, es pidiendo en oración, que sea Dios quien le de la victoria, la oración es el arma indispensable, y la humillación ante Dios demostrará la dependencia o el grado de confianza que tiene ante el Dios Todopoderoso; así que día con día el cristiano enfrentará una batalla, y lo que debe de hacer es arrodillarse antes de salir a la pelea.
La Palabra de Dios nos dice en:
Números 13:25-33 “Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. 31Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. 32Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”
Que 10 de los 12 espías que fueron a reconocer la tierra prometida, fueron medrosos y pusilánimes.
Solo Josué y Caleb mostraron valor y confianza en Dios, sin embargo, esos diez hombres contagiaron su miedo y el pueblo pensó en huir.
1.- No huyas DE tus problemas.
Orar al Señor. Pide de su presencia para poder vencer.
Ex 33:15 “Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
2.- No huyas CON tus problemas.
Jonás 1:1-3 “Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 3Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.”
Adonde quiera que vayas tus problemas te van a seguir.
Enfréntalos
3.-No busques solución a tus problemas en el mundo.
Rut 1:1-3 “Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 2El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí. 3Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos”
El mundo jamás te dará solución a tus problemas, y las soluciones que te puede ofrecer, son temporales y los cobra con altos intereses.
El consejo del mundo siempre será contrario al consejo de Dios.
Dios permite que el cristiano tenga problemas, para que se tome más fuerte de su mano.
4.- No tomes decisiones basadas en tus emociones.
Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Sansón y la Timnamita.
Jueces 14:1-3 “Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. 2Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer. 3Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.”
5.- No tome el consejo de los más jóvenes.
1 Reyes 12:8 “Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.”
En la Biblia tenemos suficientes consejos para poder enfrentar los problemas.
La juventud no es la etapa adecuada para dar consejos, la falta de experiencia hace que los consejos sean errados.
Si eres joven pide consejo primero a tus padres y después a tu pastor, Dios puso líderes que puedan ayudar para enfrentar tus problemas.
Para Reflexionar:
¿Cómo estás enfrentando tus problemas? ¿Estás sintiéndote medrosos y pusilánime?
No huyas y… Ponte a cuentas con Dios.