Texto Bíblico:
Marcos 1:40-45 “Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 45Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.”
Introducción:
Era la lepra un terrible mal, cargaba con una doble desgracia quien sufría esta enfermedad, su cuerpo, lleno de repulsivas llagas purulentas, se iba cayendo en pedazos, y el leproso era puesto fuera de todo contacto con los sanos. Por una ley sanitaria aparentemente muy cruel, el leproso era segregado, obligado a ir lejos incluso de los suyos. En el libro de Deuteronomio capítulo 13 y 14, aparece esa ley para el pueblo de Israel.
En el Antiguo Testamento la enfermedad llamada «lepra» fue considerada más bien como castigo del Señor, pero son loables las medidas dadas para su control tanto en el enfermo como en su ambiente.
En el Nuevo Testamento la lepra fue más bien utilizada para mostrar el Poder, los milagros y el amor y la compasión del Señor Jesús, quien curó a numerosos enfermos del mal conocido como la lepra.
Personajes que tuvieron lepra en el Antiguo testamento:
Éxodo 4:6 “Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.”
Moisés; María hermana de Moisés; Naamán general del ejército sirio; Giezi el siervo del profeta Elíseo; los 4 leprosos de Samaria y El rey Uzías.
2 Crónicas 26:17-19 “Entonces Uzías, teniendo en la mano un incensario para ofrecer incienso, se llenó de ira; y en su ira contra los sacerdotes, la lepra le brotó en la frente, delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del incienso.”
En el Nuevo Testamento:
Un leproso humilde.
Marcos 1:40-42 “Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.”
Simón el leproso
Marcos 14:3 “Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.”
Los diez leprosos
Lucas 17:12 “Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos”
Motivos de la lepra en la Biblia. Manifestación por el pecado en la vida del hombre.
Repercusiones, Mala economía, Separado, Aislado, Despreciado y Muerte.
El Señor Jesús menciona a un hombre leproso, no se sabe los detalles personales de ese hombre, pero fue sanado por el Señor Jesucristo.
De rodillas, el leproso hace a Jesús una súplica humilde. Se siente sucio. No le habla de enfermedad, solo quiere verse limpio de todo estigma: «Si quieres, puedes limpiarme». Jesús se conmueve al ver a sus pies aquel ser humano desfigurado por la enfermedad y el abandono de todos. Aquel hombre representa la soledad y la desesperación que causa el pecado en la vida del hombre y es hasta que Jesús «extiende su mano» buscando el contacto con su piel, «lo toca» y le dice: «Quiero. Queda limpio».
En nuestra actualidad, el pecado del hombre se compara con la lepra.
1.-Todos los hombres son leprosos espirituales.
Romanos 3:10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
Proverbios 20:9 “¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,
Limpio estoy de mi pecado?”
2.- La lepra espiritual hace al hombre inmundo.
Isaías 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.”
3.- La lepra espiritual no se quita por nadie ni nada humanamente hablando.
Jeremías 2:22 “Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.”
4.- La lepra nos separa de Dios.
Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Isaías 59:2 “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”
5.- La lepra espiritual causa la muerte.
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
6.- El Señor Jesucristo es el único que puede limpiar la lepra espiritual.
Salmos 51:2-4 “Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.”
Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
7.- Solo el Señor Jesucristo puede acercarte al Padre y quitar esa separación.
Efesios 2:14-16 “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
8.- Solo el Señor Jesucristo puede sanar toda lepra espiritual por amor.
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
9.- Solo en humildad, el leproso puede acercarse al Señor Jesús y pedirle que lo limpie, solo de esta manera puede alcanzar la salvación eterna.
Romanos 10:13 “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Conclusión:
Quizá haya pecado en tu vida y el enemigo te hace sentir sólo, desechado ó menospreciado, sin embargo, el Señor Jesucristo quiere que vengas a Él y le confieses tus pecados. Él es único sanador, el cual te ama y quiere darte vida eterna, a través del sacrificio que hizo en la cruz por ti.
Póngase a cuentas con el Señor.