Texto Bíblico:
Daniel 6:1-9 “Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. 2Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. 3Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino. 4Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él. 5Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios. 6Entonces estos gobernadores y sátrapas se juntaron delante del rey, y le dijeron así: !Rey Darío, para siempre vive! 7Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los leones. 8Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede ser abrogada. 9Firmó, pues, el rey Darío el edicto y la prohibición.”
Introducción:
Después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, sitió a Jerusalén, escogió hombres ilustres del linaje real de Israel, de buen parecer y que tenían una aptitud para aprender, para ser capacitados en los caminos de los babilonios. Después de sus tres años de formación, serían puestos al servicio del rey (Daniel 1:1-6). Daniel, cuyo nombre significa “Dios es mi juez”, y sus tres compatriotas de Judea, fueron escogidos y se les dio nuevos nombres. Daniel se convirtió en “Beltsasar”, mientras Ananías, Misael, y Azarías se convirtieron en “Sadrac,” “Mesac” y “Abed-nego”. Los babilonios probablemente les dieron nuevos nombres que no estaban plenamente asociados con sus raíces hebreas, para hacer que Daniel y sus amigos rápidamente se involucraran en la cultura babilónica.
Daniel y sus compatriotas demostraron ser los más sabios de todos los aprendices, y al final de su formación entraron al servicio del rey.
El libro de Daniel revela las respuestas a través de los ejemplos positivos de Daniel y sus compañeros, Sadrac, Mesac y Abed-nego. En una serie de pruebas de su fe, permanecieron leales al verdadero Dios.
Daniel fue un varón de convicciones firmes, que mostraban su gran fidelidad y compromiso a Dios.
Daniel 1:4-7 “Muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos. 5Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del” rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. 6Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. 7A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.”
Necesitamos hombres como Daniel, con convicciones manifestando un cristianismo genuino; amando y creyendo a Dios a pesar de las pruebas.
Daniel no mostraba una doblez de carácter o de principios.
Daniel 3:16 “Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.”
Este mundo necesita más cristianos como Daniel:
1.- Jóvenes dispuestos a entregar su vida por Dios.
A través de su testimonio
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
2.- Jóvenes que vivan en santidad.
Hebreos 12:1 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.” 12:14 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
1 Pedro 1:16 “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”
3.- Jóvenes que estén dispuestos a morir por el Señor Jesucristo.
Daniel 3:15-18 “Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? 16Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. 18Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”
Hechos 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
4.- Jóvenes que estén en las cosas de Dios, y hacer su entera voluntad.
Sin embargo, el poco compromiso del cristiano con Dios es su gran analfabetismo en cuanto a las escrituras, si tan solo leyéramos la Palabra de Dios una y otra vez, entenderíamos que el Señor Jesucristo nos salvó solo por amor y no por quien somos.
Preguntas para reflexionar:
¿Cuáles son las características del carácter de Daniel? ¿Qué situaciones específicas de oposición o peligro a causa de su fe ha enfrentado usted? ¿Ha experimentado la intervención de Dios en esas situaciones? ¿De qué manera? ¿Cuáles fueron los resultados positivos de haber tenido que atravesar esas situaciones? ¿Cuáles son las características del carácter de Daniel que usted necesita desarrollar?
Dispóngase a vivir su cristianismo como Daniel.
Póngase a cuentas con Dios.