Texto Bíblico:
2 Corintios 5:17-20 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”
Introducción:
¿Qué significa interceder? Es rogar o mediar por otro.
Es la acción de una persona que toma el lugar de otra, o se pone en su lugar para suplicar defender el caso de ésta, guiado sólo por el amor y la misericordia; Es buscar el bien del otro, interviniendo a su favor para conseguirle un beneficio; Es postrarse o reunirse con la intención de hacer una petición a favor o en contra de alguien o de algo.
La manera de interceder que agrada a Dios
1.- Entender que el mundo no sabe lo que hace, porque el diablo los ha engañado.
Lucas 23:32-34 “Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 33Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
2 Corintios 4:4 “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.”
1 Corintios 2:13-14 “Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
Filipenses 3:18 “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;”
2.- Desear con todo nuestro corazón que Dios los perdone.
Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Romanos 11:30-32 “Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 32Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.”
3.- Estar dispuestos a pagar el precio con amor.
Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Lucas 14:27 “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.”
Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
4.- Confiar en el Señor y esperar que Él haga la obra.
Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Marcos 16:20 “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.”
Conclusión:
Él puso su Palabra en nuestra boca y esto es indispensable en la intercesión, porque ni tu ni yo podemos interceder con nuestras palabras, debemos interceder con sus Palabras; con la Palabra de Dios que es como fuego y como martillo que quebranta la piedra; la palabra de Dios es Poder de Dios para salvar, transformar y restaurar. Debemos aprender la Palabra de Dios, para compartirla según la guía del Espíritu Santo en el momento en que se intercede. Para hablar su Palabra, para interceder con su Palabra y para sembrar su Palabra.
Póngase a cuentas con Dios.