Dr. David Cortés Peña.
Pastor de la Iglesia Bautista Puerta Abierta de Tijuana B. C.
Salmos 112: 1-3 “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.”
La Biblia habla en este pasaje de ciertas personas, las que su justicia permanece para siempre, que tienen bienes y riquezas en su casa. Este tipo de personas a las que se refiere el Salmo 112 son hombres de bien, que tienen misericordia, que gobiernan sus asuntos con juicio, que en memoria eterna estarán, que no tendrán temor de malas noticias y sus corazones están firmes, confiados en el Señor. Dice este Salmo que este tipo de personas reparte para dar a los pobres, y tienen montones de bendiciones. Cuando nosotros analizamos, las personas a las que se está refiriendo no son otras si no la descendencia del justo. En el versículo 2 dice: “Su descendencia será poderosa en la tierra;” ¿la descendencia de quién? Del hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Dice que este hombre tendrá una descendencia poderosa en la tierra y que la generación de los rectos será bendita. Esta hablando de una descendencia, de una generación, esta hablando de una cola de gente que uno va dejando detrás, llena de bendiciones. Es maravilloso contemplar en la Palabra de Dios la gran cantidad de promesas y bendiciones que Dios derrama sobre las generaciones de estas personas. Dice la Biblia que Dios bendice al hijo, al padre, al nieto, al bisnieto hasta la tercera y cuarta generación, dice la Palabra de Dios que la bendición que cae sobre nuestras vidas será prolongada hasta los hijos, y a los hijos de los hijos, cuando nosotros estamos en la vida cristiana.
No nos damos cuenta, ni idea tenemos de la tremenda bendición de la que nosotros estamos siendo partícipes y de la tremenda bendición que le estamos dejando nosotros a nuestros hijos.
Por otra parte vemos con grande tristeza el rumbo que llevan las generaciones de hoy. En la Iglesia estuvo conmigo una hermana en mi oficina a buscar consejo porque su hija estaba embarazada esperando un hijo, no era casada y dijo: ni sabia yo que tenía novio y ahora resulta que esta embarazada, esta esperando un hijo ¿qué hago? ¿ la corro de la casa o la perdono? o ¿la obligo a casarse? o ¿qué hago? y traté de ayudarle a la hermana y aconsejarle de la mejor manera lo que debería de hacer y seguí platicando con la hermana y resulta que ella tuvo a esa hija en las mismas circunstancias esa hija había nacido como producto de una relación ilícita con un fulano y seguí platicando y resulta que ella había nacido de su madre de la misma manera, dije yo caray aquí ya les gusto, la madre, la hija, las hija, la hija, y la hija ahora sale con su domingo siete también, no mucho tiempo después me toco platicar con una persona, con un hombre que había tenido problemas de adulterio aunque estaba teniendo problemas de adulterio y el había sido producto de un adulterio de su padre, empecé a meditar y a pensar y a estudiar mas los casos de las personas y observar las personas dentro de mi Iglesia y de las otras Iglesias y de las demás personas al rededor y me doy cuenta de una cosa lo que un padre hace su hijo lo va hacer y el hijo lo va hacer y el otro hijo también lo va hacer y encontramos que el adultero es hijo de otro adultero y el borracho es porque lo aprendió de su padre y el padre borracho lo aprendió de su padre, y el padre lo aprendió de su padre y la cosa esta de nunca acabar y lo mas seguro es que este muchacho alcohólico va a tener hijos alcohólicos yo no se que es lo que sucede hermanos pero miramos con espanto y con asombro a una señorita que tiene a su padre alcohólico, mira como sufre su madre con su mamá ella misma sufre como se la pasa su mamá con su padre, llega el hombre borracho, llega maltratando, llega maldiciendo oliendo horrible y le pega a su mamá y ella ve como ese drama se desarrolla y como la mamá llora y no hay paz en la casa y la señora tronándose los dedos porque seguro que va a llegar el marido borracho y esta muchacha cuando crece se casa con un borracho, que sucede que es lo que esta pasando, hermanos déjenme decirles que en México tenemos generaciones perversas, estamos involucrados dentro de una corriente de generación determinada, con marcas y características particulares, que es lo que el hijo va a ser cuando sea grande, lo que vea en su casa, que es lo que va hacer ese hijo cuando sea grande va a mirar a su hijo lo que el mismo le enseño porque no sabe otra cosa, mire usted como le falta el respeto la hija a la madre y esa clase de mujer va hacer con su marido y que clase de hijos van a engendrar, hijos que no respetan a su padre y a su madre y que clase de matrimonio van a tener, la misma clase de matrimonio y hay una línea marcada y ya sentenciada de generaciones de sufrimiento de desgracias de adulterios, de divorcios, de afeminados, de alcohólicos, de idolatras y cantidad de cosas, usted sabia, que el noventa por ciento de los afeminados son hijos de afeminados o ellos son hijos de padres que abandonaron el hogar y crecieron con la mamá o son hijos producto de relaciones incorrectas. El rumbo que llevan las generaciones es un rumbo marcado que nosotros debiéramos de determinar en nuestra propia vida que clase de generación estamos nosotros levantando. Sabe cuando se van a terminar las generaciones de alcohólicos, cuando uno en la familia, fulano de tal se de cuenta, razone, recapacite, despierte y diga: yo fulano de tal no voy hacer alcohólico yo voy a tener una buena familia me voy a casar con una buena mujer y voy a tener unos buenos hijos y las cosas en mi generación van a cambiar punto ya y se acabo. Pero necesita alguien razonar y decidir cambiar el rumbo de las generaciones, dice la Biblia en Proverbios 30:11-14 Hay generación que maldice a su padre y a su madre no bendice. Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia. Hay generación cuyos ojos son altivos y cuyos párpados están levantados en alto. Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres. Hay generaciones así, no dice hay personas que maldicen a su padre y a su madre no dice así, dice hay generación que son así, no dice hay personas que tienen ojos altivos y párpados levantados y se creen sabio en su propia opinión, dice hay generaciones así, Una hermana en la Iglesia tuvimos que expulsarla de la congregación por chismosa, que habilidad tenía esa señora para levantar calumnias, que veneno destilaban sus labios que barbara enredaba cuanto se le antojaba, que facilidad para crear cosas, inventar cosas y joven la muchacha casada, no tenían hijos por misericordia de Dios yo creó, pero que barbaridad, cada persona que se le sentaba a un lado tenía que ir a decirle hermana cuidado con esa señora, no se ande dejando la va a meter en un problema y mas que una no me hicieron caso y al rato andaban buscando la puerta y no la alaban, y yo dije de donde aprende esta santa mujer tanta cosa porque no puede quitar ese veneno de sus labios y cuando conocí a su madre me di cuenta de donde había aprendido, igual que ella lo había aprendido de su madre, no dice la palabra de Dios cual la madre tal la hija y amados hermanos es duro, es difícil es de personas sinceras y valientes enfrentarse con la realidad, pero es de personas sabias enfrentar con la generación que uno esta viviendo y darse cuenta y decir que clase de generación estoy yo formando, que participación tengo yo en eslabón de la cadena de mis generaciones que a mí me toco vivir, quien fue mi padre, quien fue mi madre, quienes fueron mis abuelos, quienes fueron mis tatarabuelos que clase de personas eran ellas que costumbres tenían, que hábitos tenían, que consejos daban, que vicios tenían, que costumbres ellos convivían y yo le aseguro hermanos que vamos a tener que darnos cuenta y decir: yo quería mucho a mi papito, yo quería mucho a mi abuelo, yo lo respeto mucho porque ya no esta mi abuelo y a lo mejor ya esta sepultado, pero mi padre y mi madre estaban equivocados en cuanto a tal y cual cosa y yo no voy a permitir eso para mis generaciones y una nueva generación voy a levantar para la gloria del Señor, mire lo que dice la Biblia en Génesis 7:1 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. Dios decidió destruir la tierra en el diluvio, las generaciones se habían pervertido tanto y Dios dijo voy acabar con toda esta gente malvada no hay remedio, el hijo de estos chiquitos de pecho van hacer unos hijos malvados cuando sean grandes voy a destruirlos a todos y los ojos de Jehová recorrieron la tierra buscando a un justo que pudiera cambiar el rumbo de las generaciones y fue encontrando a Noé y dice la Biblia: Noé entra tú y toda tú casa en el arca le dice Dios a Noé, porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. Que quiere decir, Dios recorrió con sus ojos toda sabiduría buscando a una persona, solamente uno que estuviera dispuesto a cambiar el rumbo de su generación, yo quiero decirle hermano: Dios esta buscando anhelando deseosamente buscando cuidadosamente la persona que este dispuesta a cambiar el rumbo de generación, una persona que quiera cambiar el destino de su generación sea hombre o mujer sea señor o señora, sea joven o niño, sea señorita o sea niña, sea una persona que pueda decir por amor del Señor yo voy a cambiar la generación perezosa, la generación perversa, se van acabar en mi casa los adulterios yo ya no voy a permitir eso en mi propia familia yo voy a ser fiel a mi mujer, yo voy a tener a mis hijos, yo voy a tener que pagar el precio no me importa pero yo voy a cambiar la generación de mi casa, pero necesita Dios a una persona, Usted quien quiera que sea hombre o mujer forma una parte muy importante en la generación que usted tiene, usted no puede ser saltado usted es un eslabón, la generación de usted no puede pasar por encima de usted, usted es una persona importante a los ojos de Dios y es una persona importante en el rumbo de las generaciones, yo le digo a usted que clase de generación va usted a formar, que clase de generación esta usted levantando que características van a revestir sus generaciones, Dios busca a alguien que se sabio, insisto que se detenga por un momento y diga ¡ya estuvo bueno, se acabaron las malas generaciones!.
El evangelio llegó hace muchos años a mi casa cuando todavía yo no nacía, cuando mi padre todavía no se casaba, mi padre que se llamaba Antonio, mi tío Ramón y mi abuela Juanita. Mi abuelito paterno ya había muerto, habían muerto diez tíos, mi abuela con su esposo tuvieron 12 hijos, todos se fueron muriendo en una forma bien triste y dramática y quedaron dos: mi padre y mi tío. Llegó el evangelio a la casa, mi abuelita recibió el evangelio, mi padre recibió el evangelio con todo su corazón y mi tío rechazó el evangelio, nunca fue un cristiano consagrado. Ellos trabajaban tocando la guitarra, eran mariachis en el río de Sonora. Se iban tocando y cobraban con gallinas, con papas, con huevos, así vivían. Pero cuando mi padre se convirtió, dejó toda esa vida, dejó la guitarra dejó las andadas y se metió a trabajar en la Compañía Minera Cananea. Fue minero treinta y cuatro años, pero él cogió las cosas de Dios en serio, se casó con mi mamá y cuando mi hermano mayor Daniel nació, él ya nació en una familia cristiana, nació mi hermana Rebeca, nació Juan y luego nací yo y ocho hermanos después, todos en un hogar cristiano. Celebrábamos en casa todos los días, el culto familiar. Mi padre nos enseñó celosamente la Palabra de Dios, todos los días nos enseñó el camino del Señor, nos apartó del mundo, nunca nos permitió en la casa la televisión, un radio, los cines, nunca supimos lo que era eso, nunca. ¡Gloria al Señor por eso!
Mi tío se casó con su mujer y tuvieron dieciséis hijos, catorce viven. Mi padre era mas joven y murió mas pronto que mi tío. Mi tío fue alcohólico, borracho toda su vida, todo el tiempo que veíamos a mi tío lo veíamos metido en una botella. Todos los hijos varones son borrachos y todas las hijas se casaron con borrachos y ¿qué tienen como hijos? mas borrachos, mas sinvergüenzas, mas mujeriegos y con la degradación del vicio en el día de hoy, no me extrañaría que sean generaciones de drogadictos. Pero gloria al Señor, mi padre decidió cambiar el rumbo de las generaciones, doce hijos de los doce ocho le servimos al Señor de tiempo completo, todos somos cristianos, todos tenemos hijos cristianos y los hijo de los hijos de nuestros hijos van a ser una generación de creyentes, gente temerosa de Dios y apartada del mal sabe porque por un solo hombre insignificante por allá metido en la sierra de sonora que decidió en su corazón ser fiel al Señor todos los días de su vida, alguien que dijo se acabaron las sinvergüenzadas allí en mi casa, no mas infidelidades, no mas botellas, no mas vicios, no mas mundo, mis generaciones van a cambiar van a ser transformadas y ¡gloria al Señor nosotros hemos sido bendecidos! Nosotros estamos recibiendo ahora mis hermanos y yo todos lo reconocemos que estamos recibiendo las bendiciones de Dios por amor a mi padre, nosotros no hemos hecho nada todo lo que Dios nos ha bendecido es porque Dios dejó caer su bendición sobre las generaciones de mi padre yo no soy digno de eso pero gracias a Dios por hese viejo, estuvo hasta cuarto año de primaria no era un hombre entendido, su oficio, carpintero despreciado por toda la gente pero cambio el rumbo de las generaciones, él dijo en su corazón que iba a ser fiel al Señor, nunca acepto trabajar los domingos, los domingos era día de ir a la Iglesia con toda la familia, todos en fila india nos íbamos a la Iglesia éramos muy pobres, yo recuerdo que cuando comíamos huevo, desayunábamos huevos era fiesta en la casa, porque él siempre trabajaba con el salario mínimo imagínese para mantener una familia tan grande pero todos íbamos con corbata y nos sentábamos en la Iglesia cada servicio, cada velada de oración, cada matutino, cada actividad todas, todas las actividades de la Iglesia estabamos allí y la bendición de Dios a caído sobre nosotros, Dios quiere bendecir tu bendecir tu generación Dios quiere bendecir tu familia la bendición de Dios esta para llegar y para derramarse en abundancia en aquella generación que se proponga bendecir al Señor y reconocer al Señor el único Dios verdadero y a Jesucristo como el único suficiente salvador la bendición de Dios allí esta pero alguien tiene que estar dispuesto a pagar el precio, alguien tiene que estar diciendo yo no se que es lo que me toca a mi, yo no se hasta donde puedo influir en mi generación pero en lo que a mi me toca yo estoy dispuesto para que la generación que a mi me corresponde cambie, cambie para siempre son parte de una generación idolatra se postran ante cualquier palo, no porque ellos tengan conciencia de lo que están haciendo plenamente, si no porque se lo heredaron sus padres, como es que usted creé con fulano santo de tal, me lo inculcaron, le ha hecho a usted un milagro, pues dicen que a la señora fulana de tal le hizo un milagro una vez, usted porque creé lo que creé, porque lo heredo y como lo creyeron sus padres lo heredo y como murió su madre y como murió su padre, en una inseguridad tremenda, si alguien le hubiera preguntado ¿usted esta segura que cuando se muera va a ir a la gloria temblaba de miedo de que sirvieron las generaciones pasadas para darnos paz en el alma, de que sirvió la religión si no nos dio seguridad de salvación, de que sirvieron las practicas y el celo religioso que tuvimos en las generaciones pasadas, si no nos dieron seguridad y mire la clase de naciones y generaciones que estamos nosotros mirando en nuestro rededor, Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga, sabe que hace falta en México, nuevas generaciones eso es lo que falta, generaciones que tengan un corazón recto delante del Señor. Pero déjeme decirle algunas cosas que tenemos que enseñarle a nuestras generaciones según la Biblia ¿usted quiere saber? Si usted quiere cambiar el rumbo de sus generaciones déjeme decirle una, dos, tres, cuatro, cinco cosas por lo menos, usted debe de enseñarle a sus generaciones ¿quiere hacerlo? Proponga en su corazón cambiar el rumbo de su generación y enséñele estas cosas:
1.– Salmos 45:17 “Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.” La primer cosa que debemos de enseñarle a nuestros hijos es: Que ellos hagan perpetua la memoria de Dios en sus vidas. Se lo voy a explicar, nuestros hijos tienen que aprender que Dios es Dios, ¿cómo está eso? cuando el individuo nace, nace con necesidad de Dios, ninguna persona nace atea, ni los hijos de los ateos, nacen ateos. El corazón del hombre ha sido creado por Dios con la conciencia de Dios, necesita de Dios. El hombre esta formado de tres partes: cuerpo, alma y espíritu; y el espíritu del hombre la parte de nuestra vida que nos lleva a anhelar a Dios, que nos comunica con Dios. Dios se comunica con el hombre a través del espíritu, no del alma ni del cuerpo. El muchacho se hace ateo cuando en la secundaria o en la prepa le empiezan a decir que no hay Dios, y que Darwin y que la evolución, y que esta tontería y que la otra y entonces el hombre o la señorita ya grande dice: yo, fulano de tal en pleno uso de mis facultades mentales decido que no hay Dios. Dice la Biblia: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios.” Necio, tonto. El niño necesita creer o mejor dicho hacer crecer la necesidad y la dependencia y la conciencia de Dios en su vida. Porque si no les enseñamos a ellos que Jehová es Dios, que el Dios que creó el cielo, la tierra, el mundo y todo lo que en ello hay, el es Dios. Si no ellos van a buscar su propio Dios y lo va adorar, por eso la juventud del día de hoy se endiosa de cualquier cosa, se endiosan de Juan Gabriel, ¡que es un maricón!
Hay gente que dice: yo no creo en Dios, para mí Dios es esto, —y se suenan el dinero que traen en la bolsa de su pantalón.— Buscan su propio Dios, los comunistas hacen de Dios la ciencia o lo que sea, otros hacen de Dios una imagen, hacen de Dios una fotografía, porque no habido quien les enseñe que Dios es aquel que esta en los cielos y que mandó a su Hijo y que personalmente se reveló al hombre para que lo podamos conocer personalmente. Dios es un ser personal, con el que podemos hablar, en quien podemos confiar, a quien tenemos que oír, un Dios real que vive y reina para siempre. Él es el Dios que creó la naturaleza, que creó los cielos y las estrellas ¡ese es Dios!
Que sepan nuestros hijos que hay Dios en nuestra casa y que ese Dios se adora y que ese Dios se reconoce y que ese Dios es al que se le habla y ese Dios es al que se le obedece y ese Dios es el que hizo todas las cosas. Muchos de hijos crecen al garete, al ay se va, a ver como me sale. A veces decimos: este hijo me salió malo y este me salió bueno. Oímos que algunos dicen: ¡oye que buenos te salieron tus hijos! Como si los hubiera escogido de tín marín de do pingüe cucara macara títere fue. Es cierto que tarde o temprano los hijos van a tener que hacer sus propias decisiones, pero en lo que nosotros toca, nuestros hijos mientras ellos estén viviendo bajo nuestro techo, van a conocer que nuestro Dios es Dios.
2.– Hay que enseñar a nuestras generaciones el temor de Dios, Salmos 72:5 “Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación” ¿Por qué el temor de Dios? porque no todo el tiempo nosotros vamos estar con ellos para vigilarlos, para estarles diciendo: no hagas eso, vas a ver, para estar corrigiendo sus errores, para estarlos levantando de sus tropiezos. Un día usted y yo nos vamos a ir de esta vida y el temor de Dios los va a acompañar, va estar con ellos.
Un padre se llevó a su hijo a robar naranjas a una huerta, saltaron la barda y el papá le dice: hijo yo voy a ir con este costal y voy a cortar naranjas, tú te vas a quedar aquí en la barda y lo subió arriba de la barda y le dijo: si tú sabes que alguien nos ve, rápidamente me gritas, ¿esta bien? El hijo se quedó en la barda y el papá se fue a cortar naranjas. De pronto el muchacho se acordó que le habían enseñado en la Escuela Dominical que Dios nos mira dondequiera que estamos, que Dios esta en todas partes y en eso le grita: ¡papá, papá nos están mirando, nos están mirando! y el papá dejó el costal allá y corrió hacia su hijo, brinco la barda, se fueron corriendo hasta por allá y dijo: ¿Quién? ¿quién?, ¿quién nos estaba mirando hijo? y el niño le contestó: papá, Dios nos estaba mirando. El temor de Dios debe acompañar a nuestros hijos.
¿Sabe qué es lo que hace falta a nuestra juventud? Temor de Dios. ¿Sabe por qué hacen lo que hacen? porque no tienen temor de Dios en su corazón. Por eso andan como andan en los vicios y por eso andan los novios de esa manera, porque no tienen temor de Dios en su corazón. La Biblia dice que Dios es un Dios Celoso. Bien lo dice el Señor: Que ante mí se doblara toda rodilla y toda lengua confesará a Dios. No os engañéis Dios no puede ser burlado pues todo lo que el hombre sembrare eso también segará. Dios es un Dios digno de ser temido.
La gente dice que el temor trauma a la gente. Las religiones dicen: hay que amar a Dios, la Biblia dice: hay que temer a Dios. Porque uno que le tema a Dios le va amar. Pero no todos que le dicen que le aman, verdaderamente le temen. Hay gente que dice: yo amo a Diosito y viven como se les pega la gana, ¡no me diga que aman a Dios! Pero aquel que es temeroso de Dios va a vivir apartado del mal. Siempre que usted ve a una persona temerosa de Dios en la Escritura va a ser una persona que ama al Señor por encima de todas las cosas. y no todos los que dicen que aman a Dios verdaderamente le temen. Algunos dicen: yo amo a Dios, yo amo la Biblia y son dueños de una discoteca. No me diga que esa persona teme a Dios. ¿sabe usted que Dios es un Dios que es fuego consumidor? ¿que Dios sabe corregir al que procede con soberbia? ¿que Dios sabe humillar al altivo? ¿que Dios mira de lejos a los soberbios? Dios es un Dios celoso y una persona que le teme va a cuidar sus pasos. Que nuestros hijos tengan temor. Dios te ve hijo, no copies en la escuela hijo porque Dios te ve, eso no esta bien es mejor ese cinco bien tronado, que un diez en el que tú hallas copiado, porque de Dios nadie se burla. ¡Hijo ten temor de Dios! ¡Joven fíjate como te conduces! ¡Señorita teme a Dios! Cuando tú estas ante la Palabra de Dios, joven y señorita teme, teme las cosas de Dios. Las generaciones de los cristianos son gente bien burlona de Dios, usted escucha a sus hijos que andan jugando con coritos, con himnos, ¡Hey con eso no se juega! ¡Teme a Dios! No juegues con la oración, no juegues con la Iglesia, no andes rayando la Biblia, son cosas sagradas, son cosas santas. teme a Dios, teme a Dios, Dios es un Dios serio, las cosas de Dios son cosas serias. Dios es paciente y recto, Dios es Santo pero Justo. Sed santos porque yo soy santo dice El Señor. Que nuestros hijos tengan temor de Dios. ¿Sabe que nuestros hijos le tienen mas miedo al diablo? —Mira si te portas mal el diablo te va a venir a jalar los pies en la noche— ¿Qué clase de enseñanza es esa? Le tienen mas miedo a la policía que a Dios. Le tienen mas miedo al matón del pueblo que a Dios. Y el único temor que Dios nos manda tener en la Biblia es a aquel que tiene poder de mandarnos al infierno, ¿sabe quién es? Dios. El diablo no manda a nadie al infierno, es el primero que estará en el infierno. Dios es el que dice: Apartaos de mí malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. ¡Que nuestros hijos teman a Dios y tiemblen ante su presencia y agachen la cabeza delante de Dios y respeten las cosas santas! Porque Dios es Dios ahora y siempre.
3.- Que pongan en Dios su confianza. El Salmos 78:6-8 dice: “Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos, y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu.” ¿Qué dice? Que lo sepa la generación venidera, que lo sepan los hijos que nacerán, que los que se levanten lo cuenten a sus hijos, ¿A fin de qué? De que pongan en Dios su confianza y no se olviden de su Dios y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde, generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios. ¡Que pongan en Dios su confianza!
Hay que enseñarle a nuestros hijos que se puede confiar en Dios, porque Dios no defrauda a nadie, Dios nos trata bien. Este mundo es el que nos trata mal. A una queridísima hermana de nuestra Iglesia le mataron un hijo. Él vino al Distrito Federal para un trabajo, salió de noche de su oficina para tomar un café junto con otro compañero, los asaltaron, puso resistencia, sacaron la pistola y se la vaciaron. Me llegó la noticia. Cuando yo hablé con esa hermana ella me dijo: Pastor ¿por qué? ¿Por qué Dios me trata así? ¿Por qué Dios me manda eso? ¡Cuántas desgracias le han pasado a esa pobre hermana! Yo le dije: hermana no culpe usted a Dios, Dios no le mató a su hijo, Dios no le quitó a su hijo, es este mundo, son esos asaltantes que ha creado esta sociedad, son esos ladrones y asesinos que el mundo ha creado, ellos son los que le han quitado a su hijo. Dios ha sido bueno con usted. ¿Por qué culpa usted a Dios? Al contrario, ¿sabe que Él le va a dar a usted el consuelo y la fuerza para resistir en este momento malo? Dé gloria al Señor que la fortaleza del Señor esta a su lado en estos momentos difíciles.
¿Qué dice la Biblia? Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. ¡Ay pero a veces le servimos a este mundo con tantas ganas! y nos agarramos tan fuerte de lo que este mundo nos da, pareciera que el mundo es la mera verdad, este mundo es cruel. Mi padre nos decía: No le den las fuerzas a este mundo, este mundo es malo, este mundo es cruel, este mundo es mal agradecido. Y hermano, que cierto es, nos saca jugo. Nos echamos 14 o 15 horas al día trabajando como negros, se nos amuela la espalda, los riñones y ya que no servimos, nos dan una patada y nos avientan a la calle. Si no quiere usted creerlo vaya usted a buscar trabajo a ver si le dan, si usted tiene mas de treinta años, ya no le dan trabajo, quieren jóvenes a los cuales puedan explotar, haciendo ricos a otros, y allí están los cristianos dándole sus fuerzas a este mundo. Y para Dios, el domingo un ratito, y que no se tarde mucho el pastor porque ya no vuelven. Esa clase de generaciones es que tenemos. Este mundo es traidor, hay mucho dinero para el vicio, pero cuando hay necesidad les voltean las espaldas. Dios es bueno, puede confiar en Dios.
Entonces hay que enseñarles a nuestros hijos que confíen en Dios. ¿Qué hacemos nosotros cuando nuestros hijos nos piden algo? les decimos no hay dinero hijo y el hijo dice: ah bueno, entonces el dinero es lo que arregla todo. Hay padres que le dicen a su hijo: para eso está su padre para trabajar; hijo, aquí esta la lana; y están rodeados de toda comodidad. Y los hijos dicen: el dinero es la solución y en eso aprenden a confiar. Y cuando sus hijos están grandes y tienen a su esposa enferma, se dan cuenta que el dinero no les puede sanar, se dan cuenta que el dinero no lo era todo y sus vidas se vuelven miserables.
Déjeme contarle una historia, estábamos mi familia y yo, en Phoenix Arizona en una Conferencia y el pastor nos dice: ¿quisieran ustedes ir a alguna parte? Nos llevo a un centro comercial, yo no traía dinero, dólares menos y les dije a mis hijos: No me vayan a pedir nada, nada mas vinimos a mirar ¿está bien? Es un error llevar a la señora donde hay tantos vestidos bonitos y no traer dinero y llevar a los hijos donde hay tantos juguetes y no tener dinero. El error mas grande de mi vida fue meternos a una tienda de juguetes y les dije a los niños: No traigo dinero, nada mas vamos a ver ¿está bien?, Y andaban mira, mira y mi hijo David no es de los que hacen berrinche, no, ellos nunca hacen un berrinche, pero ese día me lo hizo porque miró un trenecito de madera tan, pero tan bonito que se enamoro de él. El me decía: papi yo quiero el tren. Hijo no traigo dinero —le dije— quedamos en que no íbamos a comprar nada, porque no traigo. El contestó: Pero es que yo lo quiero, papi, cómpramelo. No había manera de que yo lo convenciera, él quería ese tren. Se me ocurrió una brillante idea y le dije: hijo llegando a Tijuana te lo compro. El repuso: no, no allá en Tijuana no hay de estos, yo quiero ese tren. Se me ocurrió otra idea: En Navidad te lo compro. No, —dijo él— falta mucho para Navidad, yo lo quiero ahorita. Imagínese nada mas, allí esta un predicador enseñándole a su hijo que el tren se compra con dinero, como si todas las necesidades de los hijos se pudieran solucionar con dinero y se me ocurrió la brillante idea de decirle: hijo, ¿tú crees que Dios te puede dar ese tren? El de inmediato contestó: si papi. Yo lo vi con tanto fervor y le dije: vamos a pedírselo a Dios y él te lo va a dar. Y dicho esto, el niño se conformó momentáneamente. Llegó la hora de la comida, ¿quién va a orar por la comida? pregunté; yo papi —contestó— y él empezó a orar: Señor te pido por el trenecito que mire. ¿Sabe cuanto costaba el tren? 60 Dólares. En la noche al acostarse, volvió a orar: Señor te pido por el trenecito. Al otro día el me preguntó: ¿papi Dios ya te dio para el trenecito? No hijo, —le conteste— sigue orando. Y oró en el desayuno y oró en la comida y oró en la cena y oró para acostarse, y al levantarse, por el trenecito. Durante la Conferencia, y el preguntaba ¿papi Dios ya te dio para el trenecito? Y yo decía en mi corazón: Señor, tú eres Dios, yo no tengo dinero para darle a mi hijo ese tren, no hay manera, pero ya estoy comprometido, tú nunca nos has dejado, enséñale a mi hijo que se puede confiar en ti. Llegó el último día de la Conferencia, era sábado por la mañana y yo ¿Qué le voy a decir a mi hijo? Cuando vino un hermano a último momento y me dice: hermano, usted ha sido una bendición para nuestra vida y yo quisiera darles algo a sus hijos, ¿usted sabe de algo que a ellos les gustaría? Y yo le dije: venga para acá y fuimos a la tienda, compramos el trenecito, con ese dinero del hermano. Y llegué con mi hijo y le dije: hijo, y él exclamó: ¡el trenecito papá! Yo le pregunté: ¿ Quién te lo dio? Y él respondió: Dios, Dios me lo dio, yo se lo pedí a Dios. Eso es enseñarles a confiar en Dios.
Cuando tus hijos te digan: papi yo quiero una bicicleta, no contestes: cuando haya dinero, no le diga eso, sino: pídesela a Dios, Él es el que da. ¿Sabe por qué? porque el día de mañana no va a ser una bicicleta mugrosa lo que ellos van a necesitar, van a tener verdaderas necesidades, que el dinero no les va a poder suplir. Y si nosotros no les enseñamos a orar, y a suplicar y esperar en Dios en las cosas que fueron más importantes en su infancia, no van a poder confiar en Dios cuando sean grandes y que sean grandes sus problemas también. ¡Que pongan en Dios su confianza! ¡Confía en el Señor hijo! —Es que no voy a poder—. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Póngase a orar y Dios le dará la victoria, ore al Señor y ore con sus hijos, y pase tiempo con ellos y demuéstreles a sus hijos que Dios es un Dios real que responde la oración y contesta a nuestras necesidades.
Que sus hijos entren a la recámara de pronto y lo encuentren de rodillas orando al Señor, y sus hijos digan: mi padre habla con Dios. No que nos ven en un problema —y ellos saben cuando tenemos problemas y necesidades,— y anda uno corriendo de acá para allá. Que con el banquero, que con el hermano, que con el pastor para que me preste dinero y el hijo dice: bueno eso se hace cuando tenga problemas. y ellos lo están aprendiendo. Nuestras generaciones deben ser personas que confían en Jehová.
4.- Que alaben al Señor. Salmo 79:13 “Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas.” Hay que enseñarles a nuestros hijos que tenemos que alabar a Dios, Si no les enseñamos que a Dios se le debe de alabar ¿sabe qué pasará? ellos van a alabar a cualquier cosa, van a buscar a quien adorar y le van a cantar a los arboles y le van a cantar al amor, y le van a cantar al sexo, y le van a cantar a las estrellas. Pero no le van a cantar a Dios, ellos tienen que aprender a cantar a Dios. Por eso es bueno que sus hijos vengan a la Iglesia y canten y canten bien, y alaben a Dios, porque el ser humano nace con la necesidad de alabar a Dios.
La Biblia dice en Isaias “todos los creados de mi nombre para gloria mía los forme y los hice.” Todos los arboles cantan a Dios, todas las aves cantan a Dios, toda la creación adora a Dios. Los humanos somos los únicos ingratos, que no reconocemos al Dios digno de ser alabado. Si nosotros los hijos de Dios no lo hacemos, entonces ¿quién lo va hacer? El hombre busca a quien alabar. Dice la Biblia “de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza,” Cuando son cristianos, cuando se les enseña en la Escuela Bíblica de Vacaciones, en la Escuela Bíblica Dominical, ellos aprenden a alabar al Señor. —Yo tengo una corona allá en el cielo….— allí andan cantando y no les importa que a veces estemos en una tienda, el niño anda cantando: yo tengo una corona allá en el cielo… y uno les dice: cállese muchacho pero a ellos no le importa y el Señor se agrada de su adoración, porque es sincera.
Nosotros cantamos cuando están los hermanos y siempre y cuando no haya personas extrañas, porque nos avergonzamos. Oiga usted las canciones del mundo, la clase de música que tienen, la clase de palabras que tienen, escúchelas, para que usted se de cuenta. Nuestros hijos tiene que aprender alabar a Dios. Ellos tienen que aprender que Dios es fiel, tiene que aprender que Dios es nuestro refugio, que Dios es misericordioso y muchas otras cosas mas.
Enséñeles a sus hijos el temor de Jehová, a reconocer a Dios en todos sus caminos, a confiar en El Señor en todas sus obras, alabar al Señor en todos sus actos, a depender del Señor en todas sus acciones y hermano la bendición de Dios caerá sobre sus generaciones. Puede que usted no les tenga mucho que dejar a sus hijo. A lo mejor usted dice: ¿qué les dejo a mis hijos? Una casita, unas tierritas. Pero si usted les deja a sus hijos la bendición de Dios, usted se puede morir tranquilo cuando quiera, nada les va a faltar.
Mire lo que dice el Salmo 14:5 “Ellos temblaron de espanto; porque Dios está con la generación de los justos. Dios está con la generación de los justos. El Salmo 24:3-6 dice: “Quién subirá al monte de Jehová y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.” ¡Dios quiere bendecir tus generaciones hermano! En el Salmo 112:2 “Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.”
Dígale ahora mismo al Señor: si tú quieres cambiar mis generaciones, aquí estoy yo, yo quiero que tú bendigas mis generaciones. Que tu bendición caiga sobre mi descendencia, que los hijos y los hijos de mis hijos y los hijos de los hijos de mis hijos puedan ser benditos de Dios en todos sus días. Gente temerosa de Dios y apartada del mal.
Mi padre cuando se murió no nos dejo nada, vivimos humildes todo el tiempo, gracias a Dios, pero cuando él se murió la bendición de Dios estaba sobre nosotros y nunca nos ha faltado. Su versículo favorito era este: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.” Y la bendición de Dios está sobre nosotros, sus hijos.
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