Texto Bíblico:
1 Samuel 18:7-8 “Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. 8Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.”
Introducción:
El coro de mujeres alababa la valentía y el arrojo de ese jovencito que levantó con su brazo la cabeza del enemigo llamado Goliat y como consecuencia le dio la victoria al pueblo de Israel.
Ese elogio público y masivo por parte de las mujeres, le causó un profundo enojo al rey Saúl, que posteriormente se anidó en lo profundo de su corazón convirtiéndose en amargura.
LA AMARGURA, es un sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido una desilusión o una injusticia.
1.- La amargura encontró hogar en el corazón de Saul y lo motivó a:
I.- Querer matar a David.
Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”
1 Samuel 18:9-11 “Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 10Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano. 11Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.”
II.- Intenta matar a su hijo Jonatan.
1 Samuel 20:32-33 “Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? 33Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David.”
III.- Mató a los sacerdotes de Dios.
1 Samuel 22:11 “Y el rey envió por el sacerdote Ahimelec hijo de Ahitob, y por toda la casa de su padre, los sacerdotes que estaban en Nob; y todos vinieron al rey.”
IV.- Persiguió hasta el cansancio a David.
Ningún pecado del cristiano que se aleja es mayor que la amargura, y eso es el producto real o imaginario que los demás hacen con nosotros.
Todo resentimiento se convierte en rencor y después en amargura.
2.- Estragos qué causa la amargura.
A.- La Amargura Te Roba Tu Gozo.
1 Samuel 18:8-10 “Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 9Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 10Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano.”
Proverbios 14:10 “El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría.”
B.- La Amargura Te Impide Reconocer La Voluntad De Dios Para Tu Vida.
C.- La Amargura Te Hace Maquinar Venganza.
La amargura es el pecado que más estragos causa en la vida del cristiano resentido, es algo que se arraiga en lo profundo del corazón.
Jeremías 4:18 “Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.”
D.- La Amargura Afecta Tu Manera De Hablar.
Lucas 6:46 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
Romanos 3:14 “Su boca está llena de maldición y de amargura.”
E.- La Amargura Afecta La Apariencia Del Rostro.
F.- La Amargura Es Notoria.
Génesis 4:15 “Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.”
G.- La Amargura Estorba El Crecimiento Espiritual.
Conclusiones:
Todo cristiano debe proponer eliminar la amargura de su corazón, para eso es necesario que primero identifiques y reconozcas que fue lo que te causó la incomodidad y posteriormente decide perdonar la ofensa, para que no estorbe tu crecimiento espiritual.
Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;”
Porque la amargura es la consecuencia directa por cansarse de perdonar.
Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
Para Reflexionar:
¿Qué vas a hacer con tu enojo? ¿Qué vas a hacer con tu resentimiento? ¿Qué vas a hacer con tu amargura?
Ponte a cuentas con Dios.