Texto Bíblico:
Mateo 15:21-28 “Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 24El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: !!Señor, socórreme! 26Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. 27Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”
Introducción:
Uno de los atributos más grandes de Dios es la Santidad y en igualdad de importancia es el Amor.
1 Juan 4:7-9 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”
1 Juan 4:16 “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.”
Dios siempre permanece en amor con los hombres, y una muestra es que envió a Jesús a morir por el pecado del mundo.
Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Juan 16:27 “pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.”
El amor de Dios es una bondad pura y le ha dado al hombre la capacidad de amar, de dar más allá de las circunstancias, amar aun cuando la otra parte no haya hecho nada.
Este tipo de amor, generalmente se desarrolla en la mujer, en especial cuando la mujer se convierte en madre.
La mujer Siro-fenicia es el ejemplo perfecto que permite ilustrar la forma de amar de una mamá, su amor siempre se reforzará a través de la fe.
El amor y la fe de una madre harán que ella confíe en Dios y no se canse de pedir por las necesidades de cada uno de sus hijos, si hay alguien que no pierde la esperanza, definitivamente es la mamá.
La capacidad de amor que Dios le ha dado, el cual es mayor que la del varón, será mostrada ante cada situación que traiga conflicto y desasosiego en especial en la vida de sus hijos.
Toda madre por sus hijos se convierte en una mujer Intrépida, perseverante, valiente y amorosa, la fe de la mujer Siro-fenicia era tremenda, porque ella persistió en alabar a Jesús y confiar en Él cuando todo parecía en contra de ella: Su raza estaba en contra de ella. Era gentil y de religión/tradición cananea, es decir era una total pagana.
Ella estaba determinada a no dejar ir a Jesús sin tener una respuesta de él, vino a Jesús pidiéndole ayuda porque lo que más amaba en el mundo estaba bajo el control del diablo.
Observemos también que la mujer no estaba rogando por sí misma, sino para conseguir una bendición a favor de su hija, dándonos un buen ejemplo de lo que debe ser la obra de intercesión que la madre debe llevar a cabo por sus hijos.
2 Timoteo 1:3-6 “Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; 4deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; 5trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. 6Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”
La fe de una madre jamás será fingida y debe de mostrar a sus hijos, una fe real, verdadera y sincera. Este relato bíblico también permite percibir de esa madre, su insistencia y constancia en sus ruegos.
Según Mateo, ella seguía a Jesús y sus discípulos dando voces, lo que llegó a ser del desagrado de los discípulos (Mt 15:23). Pero esta insistencia no surgía únicamente por el dolor y la ansiedad que sentía por el estado de su hija, sino que también manifestaba una fe sólida en el Señor Jesús, y por supuesto, una intercesión tan ferviente no había de quedar sin contestación.
Por esta razón la mamá siempre será de mayor influencia en enseñar a sus hijos los caminos de Dios.
Un ejemplo es la madre de Timoteo llamada Eunice.
Esta judía creyente, hija de Loida y esposa de un griego no creyente, fue la madre de Timoteo.
(Hechos 16:1 “Después llegó a Derbe y a Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego”) Aunque su esposo era pagano, Eunice fue una madre ejemplar en enseñar a su hijo Timoteo la bendita Palabra de Dios desde su infancia, y cuando llegó a ser cristiana, también le instruiría en este camino. (2 Timoteo 3:15.)
Gracias a Dios por las mamás.
¡¡¡Dios bendiga sus vidas!!!