¿Qué Hacer Cuando Dios Permite La Aflicción En Tu Vida?

Texto Bíblico:

2 Samuel 16:5-13 Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, 6y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. 7Y decía Simei, maldiciéndole: !Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! 8Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario. 9Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 10Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? 11Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 12Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. 13Y mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo.”

Introducción:

El gran rey de Israel, David, está pasando por situaciones familiares muy duras, pero esas situaciones le ayudarían para tener un carácter como Cristo lo tendría y tuvo. Cada cristiano va a pasa por pruebas, muchas veces quizá no por andar mal, sino para pulirnos a imagen de Cristo. 

¿Qué debemos hacer durante las pruebas y aflicciones?

1.- Reconocer que de Dios viene la aflicción.

2.- Entender que quizá merecemos la aflicción.

3.- Pensar que hay aflicciones mayores, y que Dios está ejerciendo más su misericordia que su justicia, por lo tanto, lo que me pasa, es menos de lo que merezco.

4.- Confiar en la justicia de Dios en todo tiempo.

Deuteronomio 23:5 “Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba.”

Isaías 27:7 “¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron?”

Mateo 5:11 “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.”

Romanos 8:28 “Y  sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Para reflexionar: 

Necesitamos que Dios nos guíe en todo tiempo, y debemos de dejar que Él tome el control de nuestra vida por completo.

1 Pedro 4:12-16 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 14Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 15Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 16pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.”

Póngase a cuentas con Dios.

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