Texto Bíblico:
Mateo 26:6-13 “Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 7vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 8Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 10Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. 11Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. 12Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 13De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.”
Introducción:
En este pasaje de la Biblia, podemos darnos cuenta de lo mucho que significaba el Señor Jesucristo para esa mujer que trajo un perfume de gran valor, el cual derramó sobre la cabeza del Señor Jesús. Sin duda alguna esto generó polémica en los que observaron dicho evento, la Biblia hace mención que algunos murmuraban en sus pensamientos, y otros lo externaron abiertamente creyendo que era dinero desperdiciado. Lamentablemente ellos no veían la grandeza del protagonista de la historia, sino veían el gran valor del perfume, podemos deducir a través de este pasaje lo siguiente:
“El verdadero agradecimiento que dices tener para Dios, siempre te provocará a ofrecer lo más valioso de ti”
Todo cristiano debe de entender que después de haber sido salvo, debe estar dispuesto a servir al Señor Jesucristo, sin embargo, en la actualidad existen muchos cristianos que no sirven porque existe pecado en su vida.
El pecado les roba el gozo y la paz y les ahuyenta el anhelo de servir a Dios.
2 Timoteo 2:19-21 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 20Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.”
Por esta causa es que la obra de Dios sigue necesitando obreros, porque la mies es mucha.
Mateo 9:36-38 “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.37Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.38Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.”
SERVIR AL SEÑOR JESUCRISTO es un privilegio y es una bendición.
Mateo 20:27-28 “Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Existen tres formas de servir a Dios.
A) El ayuno, la oración y la iglesia, son formas de ministrar o de rendir homenaje a Dios.
Mateo 4:10 “Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”
Lucas 2:36-37 “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.”
B) Cuando se sirve a otros, se sirve a Dios.
Una de las evidencias del servicio y amor al prójimo es predicarles el Evangelio.
Mateo 20:28 “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Mateo 25:41-45 “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.”
C) Cuando el cristiano sirve a Dios como un esclavo.
Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
El cristiano que quiera servir a Dios como un esclavo, NO podrá servir a nadie más; Dicho cristiano, debe de vivir en sumisión total, rindiendo su vida a la voluntad de Dios.
RECOMPENSAS POR SERVIR A DIOS.
1) Dios recompensa a todo aquel que le sirve.
1 Corintios 15:58 “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
Mateo 10:40-42 “El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.”
Hebreos 6:10 “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.”
De tal manera que el cristiano debe invertir toda su vida en las cosas celestiales y no en las terrenales, ya que Dios no es injusto y no se olvida del trabajo que el cristiano hace en su obra.
2) Todo aquel que le sirve, su presencia SIEMPRE le acompañará.
Juan 12:26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”
Éxodo 33:15-17 “Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? 17Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.”
Marcos 16:19-10 “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.”
Cuando un cristiano no sirve a Dios, está menospreciando su obra.
3) Todo aquel que sirve a Dios, Él le HONRARÁ.
Juan 12:26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”
Mateo 19:27-29 “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? 28Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 29Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.”
La mayor honra que puede recibir un cristiano de parte de Dios es la vida eterna.
Para reflexionar:
Todo cristiano que dice que ama a Dios, debe de amar también su obra.
Así que si tú no vives para servir, no sirves para vivir.
Ponte a cuentas con Dios.