Dr. Alejandro Córdova Karán
Pastor de
“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:16-20
Jesús había muerto y había resucitado, y antes de ascender a la presencia de Dios, antes de llegar al cielo, les hizo una petición, les dio lo que llamamos
Está completa por varias razones
TIENE UNA AUTORIDAD COMPLETA
¿Quién dio la orden? ¿Quién dio
a) Sobre la naturaleza
Mateo 8:26-27
Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Cuando Pedro y los apóstoles vieron eso, se quedaron asombrados, y se maravillaron de que la naturaleza le obedeciera.
Podemos observar, que sus discípulos aun no se habían dado cuenta, de quién era Él, a pesar de que ya habían convivido tanto tiempo con Él, y sobre todo de que habían tenido la oportunidad de presenciar tantos milagros. Pero en esa ocasión, Jesús se levanta en la embarcación que se encontraba en medio del mar de Galilea y justo cuando estaba esa tremenda tempestad, reprende a los vientos y solo bastó la orden que dio, para que se hiciera una grande bonanza, y las aguas se aplacaron y una gran tranquilidad invadió el lugar. Sus discípulos se asombraron y dijeron: ¿Qué hombre es este que aun la naturaleza le obedece? Lógicamente porque Él es el creador del universo y de la naturaleza misma. Así que Él tiene la facultad de ordenar y disponer sobre ella.
b) Sobre las enfermedades y demonios.
Mateo 8:16
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos.
En ese lugar había gente de todo lugar, es decir, de todos los pueblos, de todas las aldeas de Judea y de Galilea, y aún más allá de las fronteras de Israel.
En aquellos días, la gente que había oído la fama de Jesús, y motivados quizá por su gran necesidad o por su curiosidad, llegaban a Él, algunos solo venían a escuchar, pero otros que se encontraban enfermos o que tenían a algún ser querido enfermo, venían también al Señor, seguramente eran enfermedades de mucho tiempo, probablemente incurables, pero movidos por su misma necesidad, llegaron a ese lugar, esperando que ese hombre que ya había sanado a otros enfermos, ahora los sanara a ellos. De tal manera que el Señor Jesucristo sanaba a todos los enfermos y echaba fuera demonios con el Poder de su Palabra, y obviamente lo hacia de manera publica para que esta forma la gente pudiera comprobar la autoridad que Él tenia sobre cualquier enfermedad y sobre cualquier espíritu inmundo.
Pero más cerca que esa gente, se encontraban los discípulos de Jesús, ellos podían escuchar las palabras que Él decía, demostrando la eficacia de su autoridad. Y la razón es que Él Señor Jesucristo, no solo había creado a la naturaleza, sino también al mismo hombre, por lo tanto él como hacedor ejerce dominio sobre su creación misma, en este caso el hombre.
c) Sobre la muerte
Mateo 9:18-26 Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora. Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.
El Señor Jesús resucitó a aquella niña, y nuevamente comprueba la potestad que tenía sobre la vida y la muerte. Así que el Señor Jesús en aquella ocasión de manera publica sano a aquella mujer de su enfermedad y resucito de la muerte a aquella niña. De tal manera que la muerte es el deceso final que determina la vida de todo hombre, y como el Señor Jesucristo tiene toda la potestad en el cielo y en la tierra hasta la misma muerte se sujeta a Él, y lo que puso el sello de autoridad, de Nuestro Señor Jesucristo, fue su Resurrección Él se levantó de entre los muertos, diciéndole a toda la humanidad que él es el único que ha vencido y triunfado sobre la muerte.
Nosotros, tenemos un Cristo vivo, un Dios Todopoderoso que su cuerpo no descansa en una tumba, porque Él se levantó de entre los muertos, y venció la tumba y ahora está sentado a la diestra de Dios.
UN ALCANCE COMPLETO
Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Existen países que jamás han escuchado de Cristo, y son lugares donde el diablo ha sentado sus reales y no permite que nadie vaya y les hable de Cristo. Ejemplo de ello son los musulmanes, ellos no permiten que nadie vaya y predique el evangelio. Seguramente en esos lugares algunos cristianos están tratando de hacer la obra, pero solo con voltear a nuestro alrededor podemos comprobar que, ¡la necesidad es urgente!
Dios nos ha encomendado
Probablemente los primeros misioneros, que salieron de Inglaterra, de Holanda, y los que salieron del norte de Europa, hacia los países africanos, hacia
En nuestro país, hay estados que no han escuchado de Cristo, y no solo eso, hay ciudades que no tienen una iglesia que esté predicando el evangelio. Dios quiere que cada lengua, que cada tribu, que cada pueblo, que cada nación, que cada raza, escuche el evangelio. Y la responsabilidad no es de las autoridades, El Señor Jesús no le encomendó a ellos la gran Comisión, es decir, no les dio la orden a ellos, la responsabilidad es de nosotros, así que al llevar el evangelio de Cristo, se podrá cambiar la vida del hombre, eliminando las tradiciones que le condenan al infierno. Y usted y yo somos responsables, cada generación es responsable de su propia generación, cada generación debe de hablarle a su propia generación, los que ya murieron, no pueden hablarle a esta generación porque ya no viven, los que van a venir, no pueden hablarle a esta generación porque no existen, entonces, nosotros somos responsables a esta generación,
UN MENSAJE COMPLETO
El mensaje es completo, no hay una sola área de la vida que no cubra este mensaje.
Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
El apóstol Pablo no se avergonzó del evangelio, porque sabia que es poder de Dios para la salvación del hombre que cree.
Dios no nos dice en ninguna parte de
Dice
La única preocupación que el hombre debe de tener, es preguntarle a cada persona que sus ojos puedan mirar, “¿Si usted muriera hoy, esta cien por ciento seguro que su alma iría al cielo?” Y lo demás, es trabajo del Señor Jesucristo.
Debemos enfocarnos en ese mensaje, y dejar de hablar superficialidades y frivolidades que no salvan al hombre del infierno. Porque aquél que tiene toda la autoridad nos manda a hablar de su mensaje que es poderoso y que trae salvación a las almas de los hombres, salva el alma.
UNA PROMESA COMPLETA
Mateo 28:20: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
La orden que Dios nos dejó, no es para realizarla solos, Él promete estar con nosotros porque el Señor Jesucristo antes de partir a la presencia de Dios les explicó a sus discípulos que no dejaría huérfanos, y que le diría a Su Padre que enviara al Consolador, y que Él les iba a guiar, les iba a ayudar, y les iba a dar el poder; y efectivamente, nosotros tenemos al Espíritu Santo, porque Dios va con nosotros cada vez que le hablamos a una persona de Cristo, lo que Dios nos ordenó hacer, es ir simple y sencillamente a decirle a la gente que Cristo puede salvarle.
Si la gente quiere creer que bueno, si no quiere creer, usted ya cumplió con su parte, eso es lo que dice en Ezequiel 2:3-8: Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos. Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.
Dios le está hablando al profeta Ezequiel y le dice: Ve y predícales, si escuchan o no escuchan de todas maneras tú ve y háblales.
Ezequiel no tenía la responsabilidad de la atención de los demás, ni era su responsabilidad de que ellos creyeran o no y mucho menos de que obedecieran, su única responsabilidad era hablarles del mensaje que Dios le había ordenado, de comunicar precisamente el mensaje que Dios le había dado que predicara el evangelio.