Dr. Víctor Álvarez
Pastor de la Iglesia Bautista Fundamental de Brownsville, TX.
David Livingstone, misionero al África, dijo: “Dios solamente tuvo un Hijo, y su Hijo fue misionero”. Todos deberíamos seguir los pasos de Jesús. Él, siendo un misionero de Dios, vino y visitó el planeta tierra hace dos mil años. En la misión de redención, vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, y antes de irse le dijo a sus discípulos: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.” Tanto en los Evangelios como en el libro de Hechos, la Escritura está llena del mandato de que vayamos al mundo entero y evangelicemos.
¿Dónde nació la Obra Misionera?
La obra misionera es la Obra de Dios, no del hombre. Nació del carácter de Dios: Dios es amor; y su pueblo y sus siervos no pueden vivir separados de lo que es el carácter de Dios: Amor por la Obra.
Primero Jesús les dijo a sus discípulos: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Mateo 4:19. Y ten por seguro que si Jesús te llama a la obra misionera es porque va a ir contigo.
La palabra misiones significa ser enviado a un lugar particular con un propósito particular, y ese propósito particular es decirle al mundo que Cristo es la respuesta y que únicamente Él da salvación.
Misiones es un trabajo que se hace en equipo. Envuelve a Dios, envuelve a la iglesia local y envuelve a un misionero que va a hacer la Obra; dice Eclesiastés 4:12: cordón de tres dobleces no se rompe pronto. La Gran Comisión es un cordón de tres dobleces que envuelve a ellos tres, y es duro romper un cordón de tres dobleces.
Dios es un Dios misionero, la Biblia es un libro misionero, el Evangelio es un mensaje misionero, la iglesia debe ser una institución misionera. Cuando la iglesia cesa de tener un sentido misionero o deja de hacer la obra misionera, ha negado la fe y ha traicionado la confianza que Cristo le dejó en la Gran Comisión.
La iglesia de Jerusalén fracasó en evangelizar al mundo porque no querían salir de allí, estaban contentos con lo que Dios estaba haciendo, estaban creciendo, pero Dios tuvo que mandar persecución porque no querían salir de allí. Y cuando se movió la iglesia de ahí, el Evangelio fue llevado al mundo entero por la iglesia de Antioquía. La iglesia de Antioquía fue el ejemplo de una iglesia misionera; y allí fue donde Pablo y Bernabé fueron apartados por el Espíritu Santo para tomar el primer viaje misionero. En Antioquía vemos el ejemplo Nuevo Testamentario de lo que es la obra misionera.
La obra misionera es el alcance mundial del Evangelio. La obra mundial de la iglesia está basada en el propósito de Dios para rescatar el mundo.
Muchas veces las iglesias bautistas fundamentales cometen el error de ir al extremo, son muy misioneras y poco ganadoras de almas, o muy ganadoras de almas y muy poco misioneras. Debemos ser muy ganadores de almas y muy misioneros a la misma vez. Se nos olvida que la Gran Comisión incluye que seríamos testigos hasta lo último de la tierra, esto quiere decir que simultáneamente y a la misma vez vayamos por todo el mundo. A la misma vez en Jerusalén, a la misma vez en Judea, a la misma vez en Samaria, y al mismo tiempo hasta lo último de la tierra. Por eso la iglesia de Jerusalén fracasó, porque querían ganar primero a todo Jerusalén, y luego de allí irse a Judea y luego a Samaria, pero ese no es el plan de Dios, sino que es en todos estos lugares a la misma vez.
Es lo que hizo la iglesia de Antioquía, testificaban en Antioquía pero estaban mandando misioneros a otros lugares. Nosotros debemos ganar a nuestros vecinos y parientes, pero al mismo tiempo debemos ir a la próxima aldea, a la próxima ciudad y nación. ¿Cómo lograremos eso? A través de misioneros.
La gran necesidad: La condición en la que está la humanidad.
El hombre se encuentra, perdido totalmente: Física, moral y espiritualmente, y todo por falta del Evangelio en su vida. El hombre está eternamente perdido, sin tener redención propia, no hay modo que se pueda redimir fuera de Cristo Jesús, no hay una segunda oportunidad después de la muerte, y no tienen modo de venir al verdadero Dios si no hay quién les predique. La Escritura es clara diciendo: Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. —Pero luego dice— ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Todos deben oír, y para eso necesitamos enviar misioneros.
Tres necesidades para la Obra Misionera.
Hay tres necesidades para la obra misionera: Necesitamos un gran poder: La oración. Necesitamos un poder económico: Las ofrendas. Y necesitamos grandes personas: Los misioneros que vayan y hagan la Obra de Dios.
Los misioneros.
El misionero no nace, se hace. El es un embajador de Dios llamado por Cristo para llevar el Evangelio. Es un heraldo de la Verdad, un apóstol de amor, un embajador de paz. El misionero debe tener algunas cualidades: Cualidades físicas, académicas, de convicción, psicológicas; y cuando hablo de psicológicas, me refiero a que debe tener una estabilidad emocional, debe poder adaptarse a donde es enviado, debe tener un espíritu de cooperación, estar dispuesto a tomar órdenes, poder sufrir trabajo o persecución, trabajar duro, no tener un espíritu de superioridad, tener paciencia y perseverancia, un hombre sin prejuicios raciales.
Y por supuesto, debe calificar espiritualmente: El misionero debe tener primeramente una conversión genuina, ser salvo y saber que es salvo. Debe tener conocimiento de las Escrituras. Tiene que estar seguro de la clase de vida a la que Dios lo ha llamado. Debe tener una vida devocional fuerte; ser auto disciplinado, pues nadie lo va a estar disciplinando allá; debe tener un corazón de amor, y antes de ir, necesita haber tenido algún éxito cristiano en el lugar donde estaba; debe haber tenido un éxito que le ayude a ver el llamado de Dios y confirmar que Dios lo va a usar.
El misionero debe tener cuidado de sí mismo y de la doctrina (1Timoteo 4:16). Debe mantener su nivel espiritual en el campo misionero. Tiene que mantenerse espiritualmente fuerte, porque allá no habrá quién lo anime, se tendrá que animar solo. Va a tener que ser un buen soldado de Jesucristo (2Timoteo 2:3).
El propósito del misionero, primordialmente, es de llevar el mensaje a las almas perdidas; es de guiar a aquellos que son salvos, a bautizarse, instruyéndoles en el camino del Señor, y establecer iglesias bautistas locales. Cada cristiano es un testigo de lo que Dios ha hecho en su vida, pero cada cristiano no es un misionero en el sentido de profesión, de llamamiento. Los misioneros son hechos, no nacen y nunca ha habido una demanda de misioneros más grande que el día de hoy.
Sus deberes y responsabilidades
El misionero necesita tener una buena relación con su pastor y con su iglesia enviadora. Tiene responsabilidades con su iglesia local que le envía, responsabilidades como el de diezmar y el dar su promesa de fe a esa iglesia. Debe ser buen ejemplo a su iglesia, tener respeto a los líderes de su iglesia, y demostrar amor y sujeción a su pastor.
El misionero debe de ser un hombre con iniciativa, no debe ser flojo ni perezoso. Debe de ser una persona que está apta para aprender, y que continuamente está creciendo. No debe ser una persona dada a contiendas, no contencioso (2Timoteo 2: 24) sino paciente.
El misionero debe de ser un embajador de buena voluntad. Debe tener una buena y constante comunicación con su iglesia enviadora; debe hacer saber a su iglesia todo lo que recibe de otras iglesias, los beneficios, los regalos, las ofrendas; no debe de mantenerlo escondido. Debe ir por un periodo de tiempo razonable al campo misionero; pues ahora hay algunos que se llevan tres años para levantar sostén, y van solos un año o menos al campo para hacer la obra.
Debe haber consistencia en él, y no abandonar su lugar de servicio hasta que una iglesia sea establecida dejando un pastor allí.
El misionero debe informarse con anticipación acerca de todo lo referente a aquel país o lugar a donde fue llamado a hacer la obra.
Una Conferencia Misionera
La conferencia misionera es la sesión de negocios más importante de cualquier iglesia. El voto, cuando vienen las misiones, no se da con levantar la mano, se da con meter la mano al bolsillo y sacar para dar. Si usted da para la obra misionera, usted está votando para el cielo; si no da, está votando para que las almas se vayan al infierno.
Misiones van a edificar la fe de la iglesia local. Nada va animar más a la iglesia que hacer la obra misionera, que es ganar almas aquí en su región y más allá de su región.
Misiones enciende un fuego en el corazón de la iglesia.
Misiones va a traer un gran compañerismo, dentro de la misma iglesia y con las otras iglesias misioneras.
Misiones es el corazón de Dios. Misiones es la salud de la iglesia, y misiones da esperanza a los perdidos.
La promesa de fe
Existen muchos métodos para tener recursos para la obra misionera. Pero quisiera recomendarle uno, el método de promesa de fe. ¿Por qué? Se ha probado a través de los tiempos que la obra misionera se hace mejor a través de este método. Muchas iglesias fundamentales lo han usado con gran beneficio. El programa de promesa de fe es mencionado en 1Corintios 15:34; 16:1-8; 2Corintios 8-10. Un escritor dijo que 2Corintios capítulos 8-10 constituyen el manual escrito para levantar dinero para la obra de misiones. La promesa de fe misionera es mencionada en Filipenses 4:14-19; 1Tesalonicenses 3 y 2Tesalonicenses 1:1-12.
Le podría dar hasta cuarenta y cinco razones del porqué su iglesia debe planear y tener una conferencia misionera. Pablo tuvo estas conferencias en las iglesias que visitó. Las ofrendas que se juntaban eran para las regiones de más allá, dice 2Corintios 10:16. La promesa de fe se da para que los obreros puedan ir y hacer la obra misionera, y así su iglesia, simultáneamente cumpla con la Gran Comisión evangelizando localmente y mundialmente a la misma vez. La promesa de fe tiene que ser dada en el lugar correcto, y ese lugar correcto es la iglesia; pues la iglesia es un grupo de creyentes bautizados, que se reúnen con el propósito de llevar a cabo la Gran Comisión. Una iglesia sin una promesa de fe, está robándose así misma parte de su vida espiritual.
Dar para misiones es un privilegio (2Corintios 8:4). La obra misionera es el único negocio que nunca va a fracasar.
Dando nuestra promesa de fe nos pone como fieles entre los vivos y los muertos (Números 16:47-48). Nosotros estamos parados entre los vivos y los muertos practicando nuestro sacerdocio, nuestra responsabilidad como creyentes. Nos ponemos entre los vivos y los muertos en oración, ilustrado por el incienso en esta historia; también proclamando el Evangelio.
Cuando hacemos la obra misionera estamos evitando muertes, que más gente se vaya al infierno. Por eso debemos estar envueltos en la obra misionera mundial, y no solo regional.
Las bendiciones
La obra misionera ayuda a las iglesias enfermas. Si su iglesia está enferma, póngale una dieta misionera. Una dieta misionera destruye el espíritu egoísta, desarrolla un espíritu de dar y de compartir. Misiones le va a ayudar con las finanzas de su iglesia, porque el Señor dijo en Lucas 6:38: Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. Donde quiera que usted lea en la Biblia del tema de dar, usted va a encontrar que el Señor siempre promete bendición. Lo primero que encuentras en el libro de Proverbios acerca de esto dice: Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto. Una y otra vez encontramos en la Escritura esta gran verdad.
Y también encontramos lo que pasa con aquellos que no dan, dice que juntan mucho y no tienen nada; juntan mucho y recogen poco; aun lo más necesario les falta. Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado. Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende. (Proverbios.11:24-26). A muchos de los cristianos les gusta solamente el azadón y no la pala, porque el azadón jala para acá, nada más para acá, nada para atrás. No nos gusta usar la pala, porque la pala es para juntar y desparramar, para arrojar.
que bien es esto
Que importante son las msenoiis sin embargo no podemos negar que no sabemos a donde estan los misioneros que sostiene la iglesia. Seria bueno que fueramos mas diligentes y pusieramos mas informacion al respecto, urjo al que nos presiden por justicia informenos
Me ha gustado mucho la forma en que se expresan del Misionero……yo soy Uno. Pero con mucho respeto discrepo la parte en que se refieren “al Diezmo”(monetario) El Aps.Pablo solamente hacia mención a las “ofrendas” (es biblico). Pero entiendo que en este mundo nada es perfecto. Gracias, espero me contacten. Beendiciones.
LAMENTABLEMENTE, UN “ARTICULO” COMO EL QUE SE EXPONE, ES SOLAMENTE “TEORICO”. LA REALIDAD ES QUE ENTRE LOS “CIRCULOS” BAUTISTAS DIZQUE “FUNDAMENTALISTAS”; SI NO TIENES “PADRINO” NO TE APOYARAN. SI EL “PASTOR” NO ES TU “AMIGO”, TE IGNORARA. SI ERES HISPANO-NO AMERICANO, SERAS MARGINADO. SI TIENES ESPOSA-ESPOSO ANGLO; TENDRAS RELACIONES CON IGLESIAS ANGLO-AMERICANAS Y TENDRAS “BUEN SOSTEN” Y TUS HIJOS COMERAN Y VESTIRAN “AMERICAN-MADE”. LA MAYORIA DE LOS “PASTORES FUNDAMENTALISTAS” FRONTERIZOS, SON “SENORES” Y SUS “CONGREGACIONES” SON SUS VASALLOS Y SUS COLABORADORES SON SUS “LACAYOS”. EL “SENOR” EJERCE SU AUTORIDAD “ABSOLUTA”; PRETENDIENDO QUE EL GOBIERNO DE “SU IGLESIA” ES UNA “TEOCRACIA”; DE TAL MANERA QUE “NADIE” SE ATREVE A “CUESTIONARLO”, MENOS AUN A PEDIR CUENTAS DE LAS FINANZAS. DISPONEN DE CUANTO SE LE “ANTOJE” Y MANIPULA A SUS “VASALLOS” HACIENDOLES CREER QUE ESTAN “SIRVIENDO” A DIOS, CUANDO EN REALIDAD ESTAN BAJO SU SERVICIO. NO PERMITE QUE SURJAN “LIDERES”, PUESTO QUE “VE” EN ELLOS UN RIVAL QUE LO PUEDA “DESTRONAR”. LE GUSTAN LOS “ALAGOS” Y SE HACEN LLAMAR DR. REVERENDO, MINISTRO…ETC. SOLO LE IMPORTA “SU BIENESTAR” SIN PREOCUPARSE POR SUS VASALLOS A QUIENES MANTIENE EN LA “IGNORANCIA” DE LAS ESCRITURAS, DE ESTA MANERA PUEDE “EXPLOTAR” FACILMENTE A SUS VASALLOS. IGNORA QUE LA PALABRA DE DIOS “ESTABLECE” REQUICITOS MUY CLAROS RESPECTO AL PASTORADO. QUIEN SUSCRIBE HA SIDO TESTIGO POR MAS DE 25 ANOS. FUI SALVO POR LA SOBERANA GRACIA DEL SENOR, LLAMADO AL MINISTERIO Y GRADUADO DE UN SEMINARIO BAUTISTA. EJERCI EL PASTORADO POR 15 ANOS Y FUI MISIONERO POR 5 ANOS. MI POSICION DOCTRINAL ES 100% BAUTISTA CRISTOCENTRICA Y BIBLIOCENTRICA. ES MUY TRISTE VER COMO HOMBRES SE “CORROMPEN” AMPARADOS IMPUNEMENTE BAJO UNA FALSA ENSENANZA DE LA LLAMADA “TEOCRACIA”, MISMA QUE LOS “TESTIGOS DE JEHOVA”, MORMONES, MUSULMANES Y TANTAS OTRAS “SECTAS” PRACTICAN.