Texto Bíblico:
2 Crónicas 12:7-16 “Y cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac. 8Pero serán sus siervos, para que sepan lo que es servirme a mí, y qué es servir a los reinos de las naciones. 9Subió, pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó, y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho. 10Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey. 11Cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia y los llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia. 12Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron bien. 13Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén; y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre de Roboam fue Naama amonita. 14E hizo lo malo, porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová. 15Las cosas de Roboam, primeras y postreras, ¿no están escritas en los libros del profeta Semaías y del vidente Iddo, en el registro de las familias? Y entre Roboam y Jeroboam hubo guerra constante. 16Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David; y reinó en su lugar Abías su hijo.”
Introducción:
Dice el dicho popular: “Lo que mal empieza, mal acaba”
Roboam fue hijo del rey Salomón, y después de la muerte de su padre, Roboam ocupa el trono para gobernar las doce tribus de Israel y de pronto, él tiene que responder a una petición que le estaba haciendo el pueblo, en la cual le pedían que ejerciera mayor consideración ante el cobro de tributos.
Roboam decide pedir consejo antes de dar la respuesta. Tristemente Roboam no hace caso a los ancianos, ya que su consejo favorecía al pueblo, y por esto, tristemente decide pedir consejo a sus amigos, jóvenes igual que él, y obviamente la respuesta que dio al pueblo, era contraria a lo que ellos esperaban, de tal manera que por esa causa, las doce tribus se dividen, y Roboam sólo se queda con dos tribus.
La tribu de Judá y la tribu de Benjamín.
Las otras diez tribus fueron lideradas por un tal Jeroboam, conocidas como las tribus del Norte.
Generalmente el problema que enfrenta el cristiano al no escuchar el consejo de Dios, se origina en el corazón mismo, por esta razón se llega a la conclusión de que que una vida que empieza sin servir al señor, no tendrá nunca un propósito correcto y lamentablemente terminará en fracaso.
1.- La arrogancia de Roboam, hizo que no buscara el consejo de Dios.
2.- Roboam no era perseverante en buscar a Dios.
2 Crónicas 11:1-4 “Cuando vino Roboam a Jerusalén, reunió de la casa de Judá y de Benjamín a ciento ochenta mil hombres escogidos de guerra, para pelear contra Israel y hacer volver el reino a Roboam. 2Mas vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo: 3Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas en Judá y Benjamín, diciéndoles: 4Así ha dicho Jehová: No subáis, ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho esto. Y ellos oyeron la palabra de Jehová y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam.”
En esta ocasión Roboam escucha y obedece a Dios, para no ir a pelear y recuperar las diez tribus del norte, y por el hecho de obedecer, Dios le bendice, y Roboam empieza a edificar y reforzar sus ciudades.
Durante esos años de lealtad, Dios le bendijo, consolidando su reino.
Lamentablemente, Roboam no fue constante y dejó de escuchar y obedecer la ley de Dios, y por esa causa, vienen sus enemigos y le hacen guerra y saquean la ciudad de Jerusalén y se llevan todo los tesoros que el Rey David había acumulado.
2 Crónicas 12: 5-10 “Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac. 6Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová. 7Y cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac. 8Pero serán sus siervos, para que sepan lo que es servirme a mí, y qué es servir a los reinos de las naciones. 9Subió, pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó, y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho. 10Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.!”
Roboam se olvidó por completo de Dios. Reinó 17 años, pero la mayoría de tiempo, fue de guerra contra Egipto, en la cual, resultaron perdedores y tenían que pagar tributo al Sisac, rey de Egipto.
Conclusión:
Piense a quien le está pidiendo consejo cuando se encuentra en apuros.
Mientras usted se empecine en no escuchar y no obedecer a Dios, y no disponga su corazón para no buscar el consejo de Dios, nunca le irá bien.
¿Está dispuesto a afrontar las consecuencias, por no disponer su corazón al Señor?
1 Reyes 14:21-24 “Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita. 22Y Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y le enojaron más que todo lo que sus padres habían hecho en sus pecados que cometieron. 23Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso. 24Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.”
Recuerde siempre que cuando el cristiano abandona la Palabra de Dios, las cosas no le van a ir bien. A partir de ahora, piense a quién le pedirá consejo, no escuche consejos de hombres incrédulos, no importando que sean sus amigos, sus vecinos o su propia familia.
Decida buscar a Jehová
Isaías 55:6-7 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”
Salmos 28:5 “Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, El los derribará, y no los edificará.”
Jeremías 29:19 “por cuanto no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar; y no habéis escuchado, dice Jehová.”
Proverbios 1:28-33 “Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán. 29Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová, 30Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía, 31Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos. 32Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder; 33Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.”
Póngase a cuentas con Dios.