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¿Cómo Debemos Correr La Carrera Cristiana?
Texto Bíblico:
1 Corintios 9:24-27 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
Introducción:
Pablo compara la vida cristiana con una carrera.
2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
La vida cristiana es una vida nueva y debemos mostrar cambios día con día, renovando nuestra mente.
Romanos 12:1-2 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Siempre habrá recompensas cuando corremos de manera adecuada la vida cristiana.
Si corremos con un propósito, vamos a experimentar la presencia de Dios, anhelando ganar, ya que la meta es parecernos más a Cristo.
1.- La Carrera Cristiana Comienza Con La Salvación.
Debe de creer que la salvación es por fe y por gracia y no por obras.
El bautismo no salva, sólo se necesita el arrepentimiento, la Fe y Gracia.
El Espíritu mismo convence al cristiano de que es hijo de Dios.
Romanos 8:16 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.”
Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”
Gálatas 3:26 “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;”
2.- La carrera cristiana se corre viviendo en santificación, ya que es el fruto de la salvación.
El hombre nacido de nuevo anhelará a ser más semejante a Cristo.
Romanos 6:20-22 “Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 21¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.”
3.- La carrera cristiana se corre entendiendo que la disciplina del Señor se manifiesta como consecuencia del pecado en nuestras vidas.
Dios quiere que hagamos cambios en nuestras vidas y si no se le obedece, Él tendrá que ejercer la necesaria disciplina, porque nos ama.
Hebreos 12:6 “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.”
4.- La carrera cristiana se corre cuando nos negamos a nosotros mismos.
A) El cristiano debe crucificar su carne y sus deseos.
Mateo 16:24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
B) Debemos pagar el precio, así como el Señor lo hizo en la cruz.
Filipenses 2:5-11 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Hebreos 12:2 “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
C) ¿Cómo podemos morir a nosotros mismos?
Somos almas con carne y espíritu.
1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
I) No alimentes a la carne.
Romanos 8:5-7 “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;”
II) Aléjate de lo que tu carne desea.
Efesios 2:1-2 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,”
Romanos 7:21-24 “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24!Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”
Para reflexionar:
Tú más que nadie sabe de qué manera estás corriendo tu vida cristiana.
¿Estás viviendo en santificación, o simplemente estás dando rienda suelta a tu carne y nos has muerto al pecado?
Ponte a cuentas con Dios.