Texto Bíblico:
Mateo 4:1-4 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Introducción:
70 veces en la Biblia se hace mención del ayuno, que significa: No comer, o abstenerse de comer.
El Señor Jesucristo ayunó 40 días y 40 noches, también personas que tuvieron gran influencia en su generación como Moisés, David, Elías, Daniel, Nehemías, los apóstoles, Pablo, líderes de la iglesia.
También las mujeres proclaman ayuno
Ester.
Ester 4:16 “Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”
Ana la profetiza.
Lucas 2:36-38 “Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”
Las Escrituras señalan que Dios honra el ayuno sincero y profundo. Es una manera bíblica de humillarnos ante los ojos de Dios. El ayuno y la oración pueden restaurar la pérdida del “primer amor” por nuestro Señor y traer como resultado una relación de mayor intimidad con Cristo.
1.- ¿Cuándo se debe de ayunar?
Cuando estás en aflicción.
Porque estamos en ausencia del Señor Jesucristo
Mateo 9:14-15 “Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? 15Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.”
2.- Razones por las que se debe de ayunar.
A) Como señal de arrepentimiento.
Jonás 3:5-10 “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. 6Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. 7E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; 8sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. 9¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? 10Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.”
B) Pará humillarnos delante de Dios y es personal.
Daniel 6:18 “Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.”
C) Para pedir la ayuda divina.
1 Samuel 7:5-6 “Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová. 6Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa.”
Nehemías 1:3-4 “Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. 4Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”
D) Para buscar a Dios.
Daniel 9:3 “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.”
E) Pará pedir la dirección de Dios.
Hechos 13:1-3 “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”
F) Pará rechazar la tentación.
Mateo 4:1-4 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
3.- Peligros en el ayuno.
A) Para impresionar a los demás.
Mateo 6:16-18 “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 17Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
B) Buscar intereses propios.
Legalismo: “El que no ayuna no es salvo” “Si no ayuna no podrá ser salvo”
4.- Beneficios del ayuno.
A) Tener dominio propio.
2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Romanos 13:14 “Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
B) Para que nuestro cuerpo descanse de tóxicos.
C) Para mejorar la concentración.
5.- ¿Cómo le hago para ayunar?
A) Tomar la decisión.
B) Establecer:
I) El día.
II) La cantidad de tiempo.
III) Ofrecerlo a Dios.
C) Tener tiempos de oración.
D) Hacerlo para agradar a Dios.
Conclusión:
Tome la decisión de afligir a su alma en ayuno, determine que mejorará su relación con nuestro Gran Dios, y Salvador Jesucristo.
Para reflexionar:
¿Está usted ayunando? ¿Está ayunando de una manera correcta?
Ponte a cuentas con Dios.