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¿Cómo Volver El Corazón De Un Hijo Rebelde?
Texto Bíblico:
Lucas 1:13-17 “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 14Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”
Introducción:
En la actualidad existe una generación de hijos malcriados, y tristemente muchos de esos hijos son de padres cristianos.
Isaías 40:3-4 “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.”
Lucas 1:17 “E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”
Enderezar calzada, hacer volver el corazón de los hijos y preparar un camino para Dios.
Los padres deben verse como justos ante sus hijos, para ganarse el corazón de ellos, de lo contrario los hijos serán rebeldes y será muy difícil ganar su corazón.
El corazón de todo problema es un problema de corazón.
Proverbios 23:26 “Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.”
Quien tenga el corazón de nuestros hijos va a tener también la voluntad de ellos.
1.- Volver nuestro corazón hacia Dios.
No podemos exigir a los hijos, lo que nosotros no podemos darle a Dios, en cuento a la obediencia, consagración y crecimiento espiritual, por ello los padres deben de arreglar su relación con Dios. Dales el ejemplo a tus hijos, porque ellos siempre imitarán lo que estás haciendo.
Arregla cómo padre, tú relación con Dios.
Juan 5:19 “Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”
Juan 8:28 “Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.”
2.- Escucha a tus hijos.
Deben de escuchar las inquietudes y temores de sus hijos, ya que son lo más importante, porque si usted no lo hace, alguien más lo hará y como consecuencia, robarán su corazón.
3.- Alaba a tus hijos.
Es importante que tus hijos vean que te das cuenta de sus cualidades y que a pesar de sus limitantes, siempre hazles saber, que son especiales para ti, y eso hará que ellos se sientan amados y reconocidos.
Mateo 3:17 “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
Dile palabras de ánimo, palabras de reconocimiento, palabras de agradecimiento y palabras cargadas de amor.
Mateo 17:5 “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”
4.- Preocúpate por ellos.
Piensa por ellos, anticípate, preocúpate por sus acciones; Jamás el celular, ni el trabajo, ni ningún amigo será más importante que ellos.
5.- Realiza actividades con ellos.
Interesante en lo que ellos quieren hacer, juega con ellos y comparte el tiempo, para cultivar momentos, y generar recuerdos.
6.- Ora por ellos.
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.”
No existe nadie en este mundo después de los padres, que puedan orar por tus hijos y nadie puede amarlos humanamente hablando, sino sólo los padres, ya que, mediante la oración, podemos poner la vida de los hijos en manos de Dios.
Lucas 1:17 “E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”
Para reflexionar:
¿Estás siendo un buen padre? ¿Realmente tienes el corazón de tus hijos?
Dice un dicho popular: La palabra convence, pero el ejemplo arrastra.
Ponte a cuentas con Dios.