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Todo Es Vanidad – Pastor Arturo Muñoz Guzmán
Texto Bíblico:
Eclesiastés 1:1-5 “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.3¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?4Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. 5Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.”
Introducción:
El término “vanidad” aparece 75 veces en la Biblia, en el libro de Eclesiastés (28 veces) y de este libro escribo esta frase “Vanidad de vanidades”. ¿Qué significa la palabra vanidad? Viene del vocablo griego “mataiotes” que significa básicamente, vaciedad, futilidad, frustración y transitoriedad.
En la Biblia, el término vanidad aparece decenas de veces para hacer referencia al sentimiento de lo pasajero de la existencia, a la necedad y la mentira, así como a la altanería y la arrogancia, y a la idolatría exacerbada del individuo por sí mismo que, como consecuencia, lo lleva a renunciar a Dios.
Salmos 39:5 “He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah”
Isaías 57:12 “Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán.”
Isaías 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.”
Todo lo que el hombre hace debajo del sol, y que su propósito no es para glorificar Dios, se resume como vanidad; Todo lo que el hombre hace fuera de la voluntad de Dios también es vanidad.
Eclesiastés 1:2-3 “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 3¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?”
Eclesiastés 4:4 “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu; 4:7 “Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol.”
Salmos 127:2 “Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.”
El placer mundano, las posesiones mundanas, la fama, la sabiduría mundana, las labores mundanas, las riquezas, el amontonar y amar a las riquezas.
¿Qué debe hacer el cristiano para no caer en el pecado de la vanidad?
1.- No ande en la vanidad de su mente.
Efesios 4:17 “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,”
Jeremías 2:5 “Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?”
Modifica tu manera de vivir para que todo lo que hagas sea para traer gloria a Dios.
2.- Aborrezca los pensamientos de vanidad.
Salmos 4:2 “Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah”
Salmos 31:6 “Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado.”
Dirige tus pensamientos hacia Dios.
3.-No deseche la Palabra de Dios.
2 Reyes 17:15 “Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas.”
Cuando el cristiano deshecho la Palabra de Dios, siempre se volverá vana su manera de actuar.
4.- Ore para ser guardado de la vanidad.
Proverbios 30:8-9 “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”
Colosenses 3:17 “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
5.- Tenga presente el fin: Teme a Dios y guarda sus mandamientos.
Eclesiastés 12:9-14 “Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. 10Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. 11Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. 12Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. 13El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”
El cristiano siempre debe de recordar que algún día tendrá que dar cuentas a Dios de las obras que le hayan traído honra o deshonra a nuestro Salvador.
Mientras que el hombre inconverso debe de entender que algún día estará en un juicio, y sólo el Señor Jesucristo puede limpiar ese corazón vano y darle vida eterna.
Conclusión:
La frase “todo es vanidad de vanidades” quiere decir que durante nuestras vidas no necesitamos los bienes temporales sino solo los eternos.
Póngase a cuentas con Dios.